En este contexto de crisis económica, muchas personas intentan probar suerte en el exterior. Sin embargo, para los ejecutivos argentinos esto dejó de ser una fantasía y se convirtió en un proyecto cada vez más firme.
De acuerdo con un informe de la consultora especializada Randstad Workmonitor, el 84% de los profesionales argentinos consideraría irse a otro país para desarrollar una carrera en el exterior.
A la hora de emigrar no hay una única razón y las motivaciones van desde el desarrollo económico hasta cuestiones profesionales o la búsqueda de un mejor equilibrio entre la vida familiar y laboral.
"Cuando se dan en el país devaluaciones, estallidos de crisis, alteración de las reglas de juego que impactan en la economía, cambio de signo político del gobierno y otros factores que inciden en el humor social, especialmente de la clase media profesional", señaló Alejandro Servide, director de Professionals y RPO de Randstad Argentina.
Además, agregó que: "vemos un crecimiento de las consultas de profesionales que buscan oportunidades de desarrollo en el exterior. En los últimos días hemos notado una tendencia en ese sentido, con un número sensiblemente mayor de casos de trabajadores argentinos que muestran disposición a reubicarse en otro país".
El estudio de Randstad también revela que frente a la disyuntiva de cambiar de carrera o emigrar, solo el 30% de los trabajadores argentinos preferiría cambiar de carrera que radicarse en el exterior, cifra que muestra un gran contraste con la tendencia global, donde el 54% de los encuestados preferiría cambiar de carrera antes que emigrar a otro país para obtener un crecimiento o mejora laboral.
"Ante una coyuntura cargada de incertidumbre en lo político y en lo económico, es natural que exista una mayor predisposición a una eventual radicación en el exterior, especialmente entre los profesionales más jóvenes sin carga de familia o con hijos muy chicos", explicó Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.
"Recibimos mayores consultas y hay una mayor apertura a evaluar opciones de desarrollo profesional fuera del país porque las crisis son movilizadoras y la gente piensa alternativas, pero emigrar implica una decisión muy difícil por los vínculos y el desarraigo y no todos los que analizan las opciones en ese sentido están dispuestos a dar el paso", agregó.
Ante la pregunta de en qué país preferiría trabajar si tuviera que reubicarse en el extranjero, los encuestados argentinos optaron por España en primer término, seguido por Estados Unidos y Australia. De los resultados consolidados de los 34 países en los que Randstad realiza el estudio del Workmonitor, surge que los tres países más atractivos para el talento global ante la posibilidad de emigrar son Estados Unidos, Alemania y Australia.
El especialista en recursos humanos Alejandro Melamed también pone el foco en la búsqueda de desarrollo profesional que exhiben los ejecutivos argentinos.
"El profesional argentino siempre está explorando oportunidades de crecimiento y desarrollo, tanto laborales como profesionales y familiares y sociales. Del mismo modo, cuando proyecta su trayectoria lo que trata de pensar es cuándo serán los momentos de expansión y generación de ingresos extraordinarios que le permitan generar un ahorro importante para poder ir generando un capital", explicó el socio de la consultora Humanize Consulting.
Melamed, además destaca que dentro de los ejecutivos locales que buscan emigrar hay diferentes perfiles profesionales y etarios. Además, señaló que: "hay que diferenciar a los profesionales que son más jóvenes, que lo que quieren es buscar un proyecto significativo en sus primeros años".
"En estos casos, lo hacen fundamentalmente para ahorrar dinero para volver a viajar y conocer otras culturas. Es el típico ejemplo de lo que se denomina generación kiwi, estudian en las mejores universidades y apenas recibidos viajan a Nueva Zelanda para poder ganar dinero para viajar por Asia", concluyó.