La meta del directorio de Aerolíneas Argentinas es simple, una vez pasada la pandemia, la conducción apostará a la fusión con Austral, de la que tanto se habla desde hace años, incrementar el servicio de cargas y prestar servicios a terceros. Además la compañía considera que a nivel global, el Estado es el único auxilio.
Uno de los sectores más golpeados por la crisis del covid ha sido la industria turística. Debido a esto, son muchas las aerolíneas que han sido intervenidas por el estado debido a la envergadura de la crisis que atraviesa el rubro a nivel mundial.
Por ejemplo, el Al, la compañía israelí controlada por el fondo Knafiam Holding, firmó un acuerdo con el gobierno de ese país que implica un ajuste de personal y costos para recibir un crédito con garantía estatal de U$S 250 millones y la emisión de acciones en la Bolsa de Tel Aviv por U$S 150 millones. Todas las acciones sin comprador serán adquiridas por el propio Estado, que sumará un administrador en el directorio de la compañía.
Además, países como Portugal se vio obligado a renacionalizar su aerolínea de bandera. Mientras que empresas como Lufthansa, Air France-KLM e Iberia, han pedido y recibido dinero por parte del estado, para poder rescatar las empresas.
No obstante, El fenómeno posee una escala global y alcanza a otros sectores fuertemente relacionados con las aerolíneas. Por ejemplo, ATR, grupo francoitaliano que fabrica aviones, reducirá su producción a un 50% y dará de baja a 204 empleados.
La fusión operativa entre ambas compañías, Aerolíneas Argentinas y Austral, es un proyecto de larga data e incluso figuraba en los planes de la compañía antes de su reestatización. Pero nuevamente el directorio de la empresa volvió a anunciar que convenio se estaría por realizar en el corto plazo, publicó el sitio America Retail.
El titular de la empresa, Luis Pablo Ceriani, aclaró que la fusión no implicará una reducción de personal aunque explicó: "El cierre de otras aerolíneas nos debe hacer reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como línea de bandera de ser una empresa eficiente y sustentable".
Sin embargo, Aerolíneas desea reformular su modelo de negocios abordando dos grandes aspectos que según un comunicado del gremio de los técnicos, con la firma de su secretario general, Ricardo Cirielli, constituye una demanda que las diversas administraciones realizan desde hace 28 años.
Este pedido se basa en la creación de dos nuevas unidades de negocios, una que promueva la reconversión de parte de su flota hacia una empresa de cargas puesto que es el sector que continúa reactivado a través del flujo comercial local e internacional
Y en segundo lugar, otra que ofrezca servicios de mantenimiento para terceros. Para el sindicato de los Técnicos, estas decisiones serían más necesarias que nunca, las cuales asegurarán su trabajo y originarán mayores ingresos en divisas fuertes a la empresa, por lo que promueve aumentar al máximo la eficiencia, productividad y facturación de la compañía.
Gastón Kutnick, dirigente del cuerpo de delegados de APTA Austral, comunicó que: "los sindicatos están en una contradicción porque aprueban el plan en general pero se oponen a sus efectos concretos y niegan que esté vinculado al problema más general del ajuste. Vemos un plan de achicamiento que, lejos de ser una optimización, será un deterioro de las condiciones de trabajo sin asegurar los puestos. Si aceptamos que tienen que primar la rentabilidad y la productividad y no la calidad del servicio, van a tener que cambiar todo el modelo social que pregonaban hace un tiempo. Decimos cosas que los sindicatos dijeron toda la vida, son ellos los que, ahora, bajaron esas banderas".
No obstante, los sindicatos informaron al personal acerca de la decisión empresaria de depositar el 50% de los salarios de junio a la espera de una nueva partida que giraría Hacienda, por ahora sin fecha confirmada.
La paritaria de 2018-2019 permanece inconclusa y los sueldos ya sufrieron algunas quitas de adicionales y refrigerios. Debido a esto, los sindicatos rechazaron la decisión y presentaron un reclamo en el Ministerio de Trabajo, que por el momento no anunció nueva ninguna medidas.
Lo que para el directorio es un problema administrativo, para los trabajadores es una luz de alarma para el futuro de su fuente laboral.
En una reunión virtual realizada en el marco del Proceso Preventivo de Crisis, las autoridades de Latam ratificaron la decisión tomada en lo referido a retirarse del país. El PPC presentado no ofrece una propuesta de continuidad de la compañía y responsabiliza a los gremios por la supuesta crisis en la que quedó envuelta la aerolínea.
Los sindicatos exigen la continuidad de la empresa y la preservación de los puestos de trabajo o, en su defecto, el cumplimiento del pago de la doble indemnización vigente.
La firma, por su parte, plantea pagar el 50% de la indemnización en función de los fundamentos expuestos en el largo texto del PPC.
Sin embargo, la empresa ofrece la posibilidad de una salida consensuada a través de un retiro voluntario que reconocería las indemnizaciones al 100% poniendo en duda la veracidad de lo expuesto ante la cartera laboral en materia de crisis.
Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Apta), denunció que: "Latam Argentina comenzó a retirarse en 2016. Fue una decisión estratégica del holding privilegiando la rentabilidad del grupo sobre la sustentabilidad de su negocio en Argentina. La pandemia y la caída brutal de la demanda interna aceleraron sus planes para no afrontar importantes déficits".
"Este accionar fue posibilitado por la política aerocomercial del gobierno anterior. Por esta razón, en lugar de renovar su flota, devolvió dos aviones al holding y levantó escalas", concluyó Cirielli.
La salida de Latam involucra más de 1700 puestos de trabajo.