Existe una preocupación constante y una discusión recurrente sobre lo que podemos hacer para proteger nuestra privacidad en internet, o como el gobierno protege nuestros datos personales.

Cuando Argentina aprueba la ley 25.326 de protección de datos personales corría el año 2000, internet tenia tan solo 361MM de usuarios, no existía ni facebook (2004), youtube (2005) WhatsApp (2009), instagram (2009), Waze (2008) ni el Bitcoin (2008). En 2019 existen todas estas aplicaciones y por internet navegan 4.388 millones de usuarios.

La pregunta que primero deberíamos hacernos es si realmente estamos dispuestos a proteger nuestros datos personales o preferimos hacernos los distraídos.

Estamos dispuestos a restringir el acceso a nuestros datos personales a cambio de recibir más publicidad? porque la publicidad que hoy recibimos se basa en el concepto de contextual advertising, por lo cual al contrario de lo que la mayoría de los usuarios de internet piensan cuanto menos sepan de nosotros mas publicidad tendrían que enviarnos para que sea efectiva.

Cambiaríamos el acceso gratuito a herramientas increíbles como google, WhatsApp o instagram y estaríamos dispuestos a pagar un abono mensual por el uso de esos servicios? , No lo creo.

Entonces, instintivamente lo que hacemos cada día cuando usamos internet o nuestros teléfonos celulares es una evaluación costo/beneficio , asumiendo que nuestra privacidad es el costo que tenemos que pagar a cambio de esos servicios geniales y gratuitos.

La industria de internet hoy se basa en esa premisa: "Increíbles servicios gratis a cambio de tu privacidad".

Entonces, que le estamos pidiendo a los gobiernos y sus órganos de control?, existe realmente forma de crear una legislación que haga de ese intercambio entre servicios geniales gratuitos en internet y privacidad un trato justo y evite los excesos?.

Existen tecnologías emergentes, como el blockchain, que permitirán en un futuro no muy lejano controlar nuestra información personal como un activo digital , registrando esas transacciones (el uso de nuestros datos personales) por organismos públicos o privados y valorándolas correctamente? Podremos ponerle precio a nuestros datos personales según cuales sean esos datos y el uso que se les dé?.

En un mundo que cada día se parece más a un gran algoritmo, donde nuestros datos personales y nuestro tiempo de atención a los contenidos y propuestas que por el circulan son la moneda de cambio, debemos comenzar a replantearnos cada uno de nosotros a que acuerdo estamos dispuestos a llegar, que proyectos debemos apoyar, mientras que los gobiernos y los órganos de control deben comenzar a pensar que legislar en este mundo liquido es bastante diferente a lo que están haciendo, precisan entender más, precisan entrar en el algoritmo y no mirarlo de afuera.

*Ariel Scaliter es profesor de UCEMA y Director del área Blockchain y Criptomonedas

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