En un discurso pronunciado con motivo del Festival de Tecnofinanzas de Singapur, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se refirió a los alcances de la irrupción del dinero digital. “La revolución tecnofinanciera cuestiona dos formas del dinero: las monedas y los depósitos en bancos comerciales. Y cuestiona el papel del Estado como proveedor de dinero”, indicó.

Además, la directora del FMI explicó que “navegamos en un mar de información, en el cual los datos son el ‘nuevo oro’, a pesar de las crecientes preocupaciones en torno a la privacidad y la ciberseguridad”.

En una era dominada por la tecnología y la comunicación, las nuevas generaciones forzaron la transformación en la forma de relacionarse con el dinero: “con su teléfono en la mano los millennials, están reinventando la forma en que funciona nuestra economía. La propia noción de dinero está cambiando. Esperamos que sea más cómodo y fácil de usar, y tal vez incluso que su apariencia no sea tan seria”.

En una nota publicada por el sitio Estrategia de Chile, se destaca el rol de las nuevas formas de dinero, así como también el lugar que ocupan los nuevos proveedores que ocupan el lugar de los bancos como AliPay y WeChat.

“Estas empresas responden a lo que la gente demanda y a lo que la economía requiere. E incluso criptomonedas como el bitcoin, el ethereum y el ripple están tratando de ganarse un lugar en el mundo que opera sin efectivo, reinventándose constantemente con la mira puesta en ofrecer un valor más estable y un método más rápido y seguro de liquidar las transacciones.”

En definitiva, remarcó que “las razones están dadas por las nuevas características que se exigen del dinero, en continua evolución, y por los objetivos esenciales de política pública. Mi mensaje es que, si bien los fundamentos para emitir una moneda digital no son universales, debemos investigar la posibilidad seria, cuidadosa y creativamente.”

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