Luego del anuncio hecho por Telefónica hace unos días sobre el cambio de estrategia de negocios en relación a Hispanoamérica, el mercado ya ha empezado a hacer sus valoraciones sobre la nueva Telefónica Hispanoamérica. Esta filial agrupa todos los activos en el continente con excepción de Brasil y va a tener como objetivo la atracción de inversores, junto con su posible venta, y la obtención de potenciales sinergias con otros agentes del mercado, mediante alianzas o fusiones.

Por su parte Fidentiis otorga un valor de empresa a Telefónica Hispanoamérica entre 11.000 y 12.000 millones de dólares, indicando que si a estos activos se les asignase una deuda de 4.500 millones, proporcionarían al grupo unos recursos por su venta entre 6.000 y 7.000 millones.

En esta línea, Barclays ha otorgado un valor de empresa a los activos en Hispanoamérica de 11.400 millones de dólares, mientras que Jefferies apunta a una valoración de 10.900 millones, incluyendo un valor de 3.000 millones de la filial de Colombia y de 2.500 millones la división de Chile.

Según fuentes del mercado, una de las incógnitas será la asignación de deuda que pueda hacerse a cada una de las filiales. En los últimos años, Telefónica ha concentrado la deuda que ronda los 38.000 millones de dólares en mayor medida en la matriz, frente a las filiales. 

Entre los posibles interesados en estos activos de Telefónica figuran Millicom y Liberty Latin America. Millicom ha comprado este año las filiales de Telefónica en Costa Rica, Panamá y Nicaragua, mientras Liberty Latin America, dueña de la chilena VTR y que hace pocas semanas cerró la compra de las filiales de AT&T en Puerto Rico e Islas Vírgenes por cerca de 1.950 millones de dólares.

Otra de las incógnitas que deberá resolver Telefónica es la forma en que afronta las desinversiones o bien los acuerdos. Bank of America apunta que es probable que se ejecuten país por país, mientras que Fidentiis espera una venta de los activos en un solo movimiento en lugar de en piezas, porque reduciría el atractivo de estos negocios. 

En términos generales, el movimiento en Latinoamérica clarifica el portfolio de Telefónica, que además de hacer frente a los desafíos habituales en el sector como la regulación y la competencia, ha sufrido los problemas políticos y económicos, con el impacto en la inflación y las depreciaciones de las monedas locales frente al euro, que han reducido los ingresos. Lo cierto es que los inversores parecen haber visto bien el movimiento anunciado por Telefónica ya que Las acciones subieron ayer un 1,17%.

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