La experiencia de las revoluciones industriales previas sugiere que los países que más rápido adoptaron las nuevas tecnologías fueron los que más oportunidades tuvieron y corrieron con ventaja.

"Hoy estamos frente a lo que podría llegar a convertirse en uno de los factores de crecimiento económico más grande de la historia y queremos que la Argentina aproveche esta oportunidad", dijo Diego Bekerman, gerente general de Microsoft Argentina.

"No solo para las empresas, sino también para los ciudadanos, para el país como un todo",  completó el ejecutivo durante la introducción del estudio "Inteligencia Artificial y Crecimiento Económico. Oportunidades y desafíos para Argentina" realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para el Crecimiento y la Equidad (CIPPEC) para Microsoft.

"Como conjunto de ciudadanos debemos abrazar las oportunidades que habilita la Inteligencia Artificial para desarrollar un futuro de mayor crecimiento, de mayor productividad, de mejores servicios para los ciudadanos", seguía el Bekerman, durante el evento al que asistió iProUP.

En este sentido, Ramiro Albrieu, investigador responsable del estudio en la entidad, planteaba la inquietud de cuáles serían la dinámica y las fuentes de crecimiento del país de cara al futuro para que la coyuntura "normal" de la Argentina no afecte dicho desarrollo y romper, gracias a la tecnología, con esos ciclos críticos que atraviesa el país.

¿Por dónde pasan las oportunidades?

De acuerdo con Albrieu, existen dos razones por las cuales la Cuarta Revolución Industrial, liderada por la IA, representa una ventana de oportunidades para la Argentina.

La primera es que la revolución acaba de comenzar. Si bien la Inteligencia Artificial no es algo nuevo, "lo que la vuelve tan relevante hoy –afirmó Bekerman– es la explosión de los datos, la posibilidad de interpretarlos, y la capacidad y el poder de cómputo ilimitado que brinda la nube".

Por su parte, el vocero de CIPPEC complementó: "Estamos en un punto de inflexión porque si bien había desarrollos, eran de ciencia ficción. Hoy es una tecnología que está dentro del proceso productivo y permite reimaginar dichos procesos y ganar en productividad".

La inteligencia artificial está cambiando la forma en que consumimos, producimos, comerciamos y trabajamos. Cambios comparables con los que generaron, en su momento, la máquina de vapor, la electricidad, las líneas de ensamblaje y las TICS.

"Es una tecnología que cambia todo, que dispara procesos de innovación", remarcó el investigador.

Para el ejecutivo de Microsoft, "la IA se convierte en un factor productivo",  pero la cuestión "determinante para que tenga un efecto transformacional es la interpretación y monetización de los datos que son el combustible para poder tomar decisiones de producción, de políticas sociales, de mejora de las condiciones de los individuos.

"Ahí radica el poder de la Inteligencia Artificial en el desarrollo económico de un país", agregó.

La segunda razón por la cual esta revolución es una oportunidad para la Argentina consiste en que actuar de manera proactiva y tomar la delantera en materia de incorporación de IA tiene importantes beneficios en términos de bienestar y crecimiento económico.

Vinculado con esto, Bekerman subrayó: "La misión de Microsoft en Argentina y en el mundo es el compromiso de empoderar a las organizaciones y a los individuos para lograr más. Esto se relaciona con el hecho de que la IA viene a amplificar el ingenio humano".

Y completó: "La combinación de las capacidades irremplazables de los seres humanos en términos de creatividad, empatía y pensamiento crítico, con la capacidad que puede tener la IA aplicada en un marco ético, en un marco responsable, orientado a generar productividad, creemos que es lo que va a generar traer mayores oportunidades de desarrollo para el país".

Para darle sustento a esto, CIPPEC desarrolló un ejercicio de simulación de escenarios alternativos (negativo, neutro y positivo) de adopción y difusión de IA y su impacto en el crecimiento de la economía de cara a los próximos diez años.

El escenario positivo sugiere que el ritmo de crecimiento económico potencial podría acelerarse en más de un punto porcentual por año durante la próxima década (alcanzando el 4,4%) si la Argentina logra acelerar la tasa de adopción de tecnologías asociadas a la IA.

Los ejercicios muestran también que la aceleración del crecimiento no se restringiría a un pequeño puñado de sectores de alta tecnología, sino que sería un fenómeno de carácter general.

El neutral o de statu quo asume que la economía argentina mantiene el mismo ritmo de adopción tecnológica que en los '90. En este caso, su proyección de crecimiento se mantiene en el 3,7% anual.

Por último, el escenario negativo refleja un deterioro respecto de la adopción histórica de tecnología que llevaría al país a una desaceleración del crecimiento a 2% anual.

¿Qué hacer para aprovechar las oportunidades?

La experiencia de las revoluciones industriales previas sugiere que las empresas y los países que más rápido adoptaron las nuevas tecnologías obtuvieron más oportunidades en términos de crecimiento.

Esta es la tesis sobre la que se basa el informe de CIPPEC. Según el investigador de la entidad, "con la IA se abre una oportunidad de crecimiento para muchos países en desarrollo, incluyendo la Argentina". Y resaltó: "La buena noticia es que esta carrera está recién empezando en el mundo. Por eso, hay una ventana de oportunidad".

Sin embargo, apuntó Bekerman, "la decisión de correr esta carrera, a nivel empresa, es una decisión de negocio, de salto evolutivo", pero los cambios no son automáticos.

De acuerdo con el estudio, para llevar a la Argentina a un nuevo nivel de incorporación tecnológica se requiere una política industrial 4.0 y un esfuerzo importante de readaptación de las habilidades de los trabajadores.

Esto significa que, en primer lugar, es necesario implementar estrategias de desarrollo productivo asociadas a una adopción más rápida y generalizada de las tecnologías vinculadas a la IA y la cuarta revolución industrial.

El segundo aspecto necesario es la inversión en capital humano para readaptar las habilidades de los trabajadores. Se necesitan empresas que desafíen el statu quo para poder aprovechar la innovación que trae la IA, con su potencial para la apertura de nuevos sectores tecnológicos. 

"La Argentina enfrenta un gran desafío: apenas un 16% de sus trabajadores cuenta con las habilidades que se potenciarán con la revolución de IA. Así, el papel del Estado es central para promover y facilitar el proceso de adopción tecnológica por parte de las empresas y para readaptar las habilidades de los trabajadores", enfatizó Albrieu.

El país debe desarrollar una estrategia que brinde protección social a quienes enfrenten mayor dificultad de reinserción en el mercado de trabajo.

El cambio lo logramos entre todos

Por último, cambiar la tendencia de crecimiento del país exige corregir factores que han obturado la posibilidad de un crecimiento sólido y sostenido en los últimos años. Para lograrlo, decía Bekerman, "tenemos el desafío de entre todos generar las condiciones para capturar la oportunidad".

Y esa oportunidad, para el país, es entender cómo el ecosistema empresario y emprendedor, el gobierno, las instituciones financieras, las de salud, saben invertir en proyectos que les permitan aprovechar los datos que generan para tomar decisiones en la forma en que trabajamos, producimos, exportamos y competimos en un escenario global.

Si no los hacen, habrá alguien que lo hará más rápido y será disruptivo en las industrias de las que forman parte. "Si somos capaces de leer el contexto y cambiar más rápido que como cambia el mundo externo, la oportunidad es infinita", concluyó el Gerente General de Microsoft Argentina.

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