China, el país en donde nació el papel moneda entre los siglos VII y IX, se está transformando en uno de los primeros lugares en que se deje de utilizar el dinero en efectivo.
Allí ni hace falta llevar ni un yuan en el bolsillo, porque se puede pagar prácticamente todo con un teléfono móvil: una cena en un restaurante de lujo, el taxi, los trenes, las compras en las tiendas y hasta los recibos de la luz, el agua y el teléfono, entre muchas otras cosas.
Para hacerlo, solo hay que tener un móvil vinculado a una cuenta bancaria y alguna de las dos aplicaciones más populares de pago electrónico: Alipay, del gigante de ventas por internet Alibaba, o WeChat, que pertenece a la firma tecnológica Tencent y ha integrado, perfeccionado y ampliado los servicios de los censurados WhatsApp, Twitter y Facebook.
Entre las dos se reparten el mercado: 54% para la primera y 38% para su rival.
El pago con móvil en China ascendió el año pasado a 118,7 billones de yuanes (15 billones de euros), según datos de la agencia oficial de noticias Xinhua del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, que llegan hasta octubre, y de la consultora Analysis Internacional, que recoge el último trimestre.
Según datos de ABC, mediante los ubicuos códigos QR, inventados en Japón en los años 90, pagar con el móvil está tan extendido en China que mucha gente ya va sin dinero encima. Desde 2015, sus pagos vienen creciendo a un ritmo anual del 100% y seguirán aumentando en el futuro por ser el método favorito de los jóvenes, más propensos a las nuevas tecnologías.
De los 724 millones de usuarios de móviles que había en China hasta junio del año pasado, más del 35% abonaba habitualmente sus compras con Alipay y WeChat, mientras que un 31,8% seguía prefiriendo pagar en efectivo o con una tarjeta de crédito. El pago con móvil también está generalizado en el mundo rural, que generó una tercera parte de las transacciones el año pasado.
Asimismo, pueden pagar con WeChat en 20 países y en 38 con Alipay, cuya aplicación vale en 60 aeropuertos del mundo. Todo esto, a través del móvil.