Según un sondeo realizado este año por AmCham entre los CEO de empresas medianas y grandes (desde 80 millones anuales de facturación a más de dos mil millones), y que operan en 20 áreas distintas de actividad, el 62 por ciento de las compañías asegura invertir dinero y recursos humanos en procesos de innovación. 

A la vez, 27 por ciento de ellas ya los conduce con una estrategia y los mide con indicadores de rendimiento (KPI). Si se suma el grupo que dice "estar comenzando" a desarrollar cultura de innovación, el total involucrado sube al 82 por ciento.

Varios casos fueron expuestos en la Cuarta Jornada de Innovación 2019 organizada por AmCham, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina y su delegación Córdoba. En el encuentro realizado en la Universidad Blas Pascal, gerentes, emprendedores y funcionarios trazaron un estado de situación local de la práctica que está transformando a la economía del mundo, informó La Nación.

"Hicimos este estudio en 2017 y detectamos varios cambios: los procesos de innovación son más sofisticados, las empresas empiezan a tener referentes internos de innovación (tres de cada 10 acusa uno) y ahora, el flujo de cambio de ideas se rebalanceó: no va más de arriba hacia abajo, sino que surge desde las bases hacia el top management", sintetizó Facundo Geremía, gerente de proyectos especiales de AmCham.

Martín Wagmaister, CEO de Parabolt, destacó que el avance de la innovación abierta (de la mano de startups) convive con procesos internos apalancados en el talento de la compañía y el impulso de consultoras con enfoques disruptivos.

Otra idea compartida al 100 por ciento en las jornadas: diversidad es igual a innovación. Y en todas sus acepciones: de género, sexual, cultural, etaria. La Asociación de Emprendedores de Argentina apoya la llamada "revolución senior" con un programa para emprendedores de más de 40 años, un nicho tan valioso como descuidado a la hora de buscar talento y diseñar nuevos negocios.

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