Los logos son el elemento que identifica a las empresas en medio de las demás marcas, productos y empresas y lo que, una vez que se haya grabado en la mente del consumidor, los separará siempre de los demás. Pero ¿qué es exactamente lo que hace que un logo sea válido y funcione?

Varios especialistas de varias universidades analizaron los logos y si realmente valen la pena para las empresas y para las marcas. Los responsables del estudio llegaron a la conclusión de que los logos tienen mucho valor a la hora de construir imagen de marca y a la hora de llegar a los consumidores, informó el sitio Puro Marketing. 

Según concluyen, si se han hecho bien las cosas, los logos pueden aumentar el reconocimiento de marca, despertar más interés entre los consumidores e incluso impactar en el comportamiento de los consumidores en el punto de venta.

Los logos descriptivos son un elemento clásico y que, en cierto modo, en este momento en el que se va hacia lo minimalista y simple tienen un cierto aire retro. Antes eran bastante habituales como el de Burger King: el nombre de la marca está en medio de dos mitades de pan, a modo de hamburguesa.

Los investigadores han determinado que en los últimos años las compañías están tendiendo a logos menos descriptivos. De los logos analizados, el 60% era ya no descriptivo, frente al 40% que todavía lo era. Pero cuando se analiza la reacción de los consumidores a los logos, los descriptivos tienen un impacto más favorable ya que los consumidores perciben a esas marcas como más auténticas y también aumenta su valoración positiva y su intención de compra. 

¿Debería esto llevar a concluir que las marcas deberían olvidarse de la moda del minimalismo y lanzarse de cabeza a por el logo descriptivo? Los investigadores dejan claro que aunque en general los logos con elementos descriptivos funcionan de forma positiva para ambos tipos de marcas, el efecto es menos importante en aquellas marcas que los consumidores ya conocen y ya saben qué hacen. Para ellas, el logo tiene un poder mucho menos claro y por eso, poco importa que el logo de McDonald's no sea una hamburguesa: los consumidores ya saben de qué le hablan.

Otro de los terrenos en los que los logos descriptivos no funcionan es en aquellos terrenos en los que las marcas están vendiendo cosas que los consumidores asocian a algo desagradable, ya sea por la naturaleza de la industria (una petrolera, por ejemplo) o por su uso (los responsables del estudio apuntan desde funerarias a insecticidas). Para ellas, un logo descriptivo tiene un efecto negativo, porque los consumidores no quieren que les recuerden qué hacen.

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