La adaptación de las compañías a la directiva de medios de pago PSD2, es una realidad que el sector financiero lleva viviendo desde hace ya casi dos años y que se espera que sea de obligado cumplimiento a partir del 14 de septiembre. El cambio normativo abre las puertas del open banking y ya se ha instaurado en países como Australia y Reino Unido, mientras que el resto de países europeos se prepara para adaptarse a la nueva legislación.

Esta normativa de medios busca formar un mercado de pagos europeo integrado y eficiente, reducir las barreras de entrada para los proveedores de medios de pago y mejorar el desarrollo tecnológico, así como asegurar un alto nivel de protección al consumidor y de la seguridad de los pagos.

Una de las principales ventajas será el acceso al crédito, ya que la normativa PSD2 permitirá a más personas beneficiarse a través de un trámite más sencillo, y exento de la habitual documentación de respaldo solicitada hasta ahora. Las entidades bancarias también se beneficiarán de la nueva regulación, ya que podrán ofrecer un servicio adaptado a las nuevas demandas de sus clientes digitales, teniendo por tanto un mejor conocimiento de los mismos.

Por su parte, este cambio regulatorio permitirá a las empresas, siempre previo consentimiento de los clientes, el acceso a un conjunto de datos más amplios que supondrá un mayor conocimiento del cliente. Y en la explotación de esta elevada cantidad de datos, con los proveedores de datos más las capacidades de analítica y herramientas de machine learning adecuadas, se genera un nivel de capacidad predictiva y trazabilidad totalmente nuevo.

Este es un factor particularmente relevante para los trabajadores por cuenta propia, ya que, por lo general, cuentan con ingresos irregulares, que pueden limitar su acceso a determinados servicios financieros.

No obstante, pese a la normativa PSD2, es poco probable que se ponga fin a la evaluación del riesgo tradicional. En realidad, las diferentes fuentes de datos se complementan y la combinación de ambas permite agregar más inteligencia al sistema de scoring actual.

Este nuevo paradigma facilitará la compresión de los clientes, gracias a la identificación y categorización automatizada de los ingresos y gastos. Esto será de gran ayuda para que las entidades financieras ajusten sus condiciones y ofrezcan los productos que mejor se adapten a sus necesidades. Por otro lado, conocer al cliente ayuda a la selección del canal de comunicación que maximice el índice de respuesta.

Además los bancos y entidades de crédito podrán utilizar plataformas seguras en las que llevar a cabo pruebas de viabilidad financiera para toda su cartera de clientes, y así poder seleccionar aquellos que contribuyan mejor a cumplir con los objetivos marcados.

Cabe destacar que cualquier empresa, de cualquier sector, podrá usar estas herramientas analíticas y metodologías machine learning para categorizar a sus clientes y operar en el mundo online de una forma más segura.

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