Los ladrones casi siempre encuentran la manera más efectiva para desvalijar una casa, una oficina y hasta un banco. Con la ayuda de la tecnología, ya sea con la compra de datos sensibles en la deep y dark web o con un ataque de ransomware, su labor parece hasta sencilla. 

Según un informe de la consultora Oliver Wyman gracias a la inteligencia artificial la eficacia en la detección de actividades ilegales en el sector bancario se ha multiplicado por 20 en los últimos siete años. "Sus algoritmos pueden reducir significativamente el número de alertas falsas y descubrir otras que se perdieron usando reglas convencionales", argumenta el estudio. Gracias a esta tecnología se ahorraron 8 millones de euros de pérdidas en el Royal Bank of Scotland, según la consultora, después de que empleara la inteligencia artificial para detectar facturas falsas.

En palabras de Javier Alonso, del Real Instituto Elcano, los beneficios que puede aportar a la sociedad y la economía son incuestionables. "Las aplicaciones de la inteligencia artificial contribuyen a anticipar y neutralizar amenazas o gestionar incidentes con mayor efectividad mediante el análisis de gran cantidad de información de contexto sin la intervención humana altamente especializada", sostiene.

Pese a la inestimable ayuda que ofrece la inteligencia artificial, el toque humano siempre será necesario. El estudio de Oliver Wyman advierte a los empleados de seguridad que "la intervención humana es indispensable para asegurar el adecuado calibrado de los algoritmos y para detectar pronósticos erróneos y falsos positivos, que podrían acarrear graves consecuencias", explica Alonso.

La consultora ha detectado tres frentes en los que la inteligencia artificial tiene un desempeño especialmente efectivo: el transporte de mercancías ilegales, las actividades terroristas y la trata de personas. "Las compañías navieras, por ejemplo, pueden usar los datos y capacidades de esta tecnología para identificar contenedores con mayores probabilidades de ser utilizados para la trata de blancas", explica el informe. En el mismo frente se encuentran las farmacias, que identificarían a clientes que adquieran cantidades inusuales de productos químicos con fines terroristas.

En la lucha contra los malos existen riesgos como el sesgo racial de los algoritmos , siempre programados por un ser humano, y la pérdida de credibilidad por falsos positivos. "Para evitar que esto suceda, las empresas necesitan crear y probar una variedad de escenarios en los que la inteligencia artificial se utiliza para rastrear las actividades delictivas", determina el estudio.

La consultora Gartner cifra el impacto económico para 2022 en unos 3.000 millones de euros, sobre todo por el auge de las redes neuronales profundas. "Finalmente tendrá un impacto muy positivo en la reducción de la delincuencia en el mundo siempre y cuando se maneje bien", vaticina Oliver Wyman.

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