El lunes 12 de agosto de 2019 las acciones argentinas que cotizan en Nueva York sufrieron la mayor caída de su historia. Es una frase que nadie quisiera leer, y mucho menos, escribir. Por lo mismo, fue un día ocupado en las operadoras bursátiles, ya que los clientes con posiciones en acciones argentinas acudieron a sus equipos para pedir una guía y recibir ayuda para tomar decisiones correctas.

Es muy fácil dejarse llevar por el pánico y pesimismo en días como los de esta semana. Puede ser por las elecciones en Argentina, o, por algo mucho más extremo, como la quiebra de bancos internacionales (como pasó durante el estallido de la crisis de 2008). Y, a pesar de tener un plan de inversión y saber que debemos actuar con calma, es aquí donde los inversores cometen los mayores errores.

La recomendación más acertada que podemos dar se divide en dos etapas: primero, durante el armado del plan de inversión, y luego durante el manejo de caídas como la del lunes pasado.

Por un lado, tenemos la asesoría durante el armado del plan de inversión. Muchas veces se cree que invertir requiere entrar y salir de posiciones constantemente y estar atento al mercado, pero eso es especular.

Cuando uno invierte, debe pensar en el mediano y largo plazo (aunque tenga la capacidad de vender cuando quiera), y debe tomar en cuenta los riesgos de situaciones de estrés como la de este lunes, cuando abre la posición (no cuando están ocurriendo).

El truco está en elegir un conjunto de activos (inversiones) que se compensen entre sí en momentos de estrés (por ejemplo, metales preciosos o bonos, que suban cuando las acciones caigan); es decir, tener un portafolio bien balanceado y diversificado. Para lograr esto, básicamente hay que agregar activos de todo el mundo para mitigar los riesgos.

Luego, debemos calcular cuánto invertir en cada uno. En ese punto hay que encontrar la inversión específica para que el riesgo sea solo el que estamos dispuestos a correr. Si conseguimos ésto, ya no deberemos preocuparnos de qué pase en Argentina, en China, en EEUU, o en el mercado del petróleo, porque tenemos un portafolio con todos ellos, y, en el largo plazo, cuando unos bajen otros van a subir.

Es la diferencia entre tener un portafolio con inversiones en un solo país/sector/clase, contra uno con inversiones en todo el mundo.

El resultado de un portafolio con estas características es que no estaremos preocupados de eventos específicos (como las elecciones en un país), sino que tendremos un "camino" más tranquilo que nos permitirá planificar a largo plazo, ahorrar, e incrementar nuestro capital de a poco y sostenidamente.

Por otro lado, es importante la asesoría durante caídas del mercado. La sección anterior es muy reconfortante durante la etapa de planificación, pero cuando se materializa el riesgo del que se habló, es común que sintamos que "esta vez es diferente", y es mejor vender y ver qué pasa. Sin embargo, es el error más común de los inversores, y éste es el momento donde hay que llamar a la sensatez.

Recordemos que el riesgo de estos eventos ya debe estar proyectado en el plan de inversión (por ejemplo, basándose en las mayores caídas históricas de los activos en los que vamos a invertir), y cuando hay caídas nuestro trabajo es ignorar el pánico, mantener el plan de rebalanceo de carteras, y ver a largo plazo donde las cosas siempre se calman, y los activos suben de valor. La historia se repite, y queremos estar del lado de quienes lo entienden y reciben los retornos de invertir, en lugar de especular.

Es así, que vamos a ver nuestras inversiones crecer en el largo plazo, a pesar de caídas como la que presenciamos el lunes post PASO. Pero hay una pregunta que se hace inevitable: ¿Qué hacemos ahora?

Durante los últimos años, junto a nuestro equipo administramos miles de carteras durante otros días de estrés como el de esta semana.

Por ejemplo, durante la aprobación del Brexit, durante la caída del mercado de EEUU en Febrero 2018, durante el escándalo de Facebook, durante el miedo de guerra entre EEUU y Corea del Norte, durante la devaluación del peso en 2018, durante la intervención del FMI en Argentina, durante el pico de inflación de 2018, durante la caída de activos globales a finales de 2018, y en general, durante la devaluación de las monedas regionales de la última década.

Como vemos, los ejemplos son incontables durante la historia del mercado de valores moderno. Son eventos estresantes, pero que cada vez nos recuerdan la importancia de tener un portafolio global, diversificado, balanceado, que tenga exposición a distintas monedas, regiones, y sectores. Este es el tipo de portafolio que nos protege y en el largo plazo crece mucho más que si no siguiéramos un plan.

Si aún no lo hacemos, quizás es un buen momento para revisar nuestras inversiones y, sin vender las posiciones que tenemos, agreguemos inversiones que nos den tranquilidad en el largo plazo y disminuyan el riesgo.

Como siempre, el consejo principal es ¡mantener la calma, y seguir con el plan de inversión de largo plazo! Esa disciplina y paciencia es la que nos va a pagar el mayor retorno.

*Nicolás Galarza, es CEO de Quiena Inversiones

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