Harry Sanders era un adolescente cuando fundó su empresa Studiohawk a los 16 años para ganar algo de dinero extra. Su emprendimiento buscaba potenciar la visibilidad de sitios web en Internet y creció rápidamente los primeros meses, pero al año de crearla, comenzó a perder dinero e incluso tuvo que dejar su hogar.

Ya sin nada, Sanders se tuvo que ir a vivir a las calles de Melbourne, en Australia. Dormía donde podía: en los sillones de amigos prestados o incluso en refugios para personas que se encuentran sin casa. El joven empresario recuerda que "la primera noche de estar sin hogar fue la peor. No tenía idea de dónde ir o qué hacer. Pasé mis primeras noches debajo de un puente, inseguro de qué hacer y, sinceramente, me sentía terrible pidiendo ayuda a alguien".

A su vez, Harry contó que para poder comer muchas veces iba a los restaurantes a ver si le habían quedado sobras. Sin embargo, en varias oportunidades se le complicaba conseguir para poder tener aunque sea una comida. A pesar de la dura realidad, Sanders comenzó a llamar a sus antiguos clientes para asesorarlos sobre sus páginas webs y "después de pasar meses de rechazo, logré captar algunos clientes", contó en una entrevista. 

Gracias a su buen desempeño durante años, sus ex clientes volvieron a confiar en él y tras tres años relanzó Studiohawk, empresa que hoy trabaja con Google y que está valorizada en 1,5 millones de dólares. "Aunque hubo muchos momentos negativos, creo que estar sin hogar me enseñó la capacidad de recuperarme y de madurar. No sería la misma persona que soy hoy si no fuera por eso. Pasar por dificultades como esa también me hizo sentir mucho más seguro para cuando me enfrento a situaciones estresantes", explicó el empresario. 

Sanders actualmente es dueño y director ejecutivo de su empresa, y le gusta alentar, contagiar a todos los que se encuentran en la misma situación que él estuvo.

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