El mercado cripto arranca 2026 con un escenario fragmentado. Bitcoin conserva el control del flujo de capital, la liquidez sigue ajustada y la mayoría de las altcoins permanece lejos de sus máximos históricos.
Sin embargo, bajo esa superficie, aparecen señales selectivas que algunos inversores y analistas ya leen como la antesala de un nuevo ciclo.
La dominancia de la divisa digital líder ronda el 59% y el Índice de Temporada de Altcoins se mueve cerca de 37 puntos. Se trata de datos que confirman una preferencia clara por BTC, pero también deja espacio para movimientos tácticos en proyectos con narrativas propias, fundamentos sólidos o catalizadores específicos.
En ese contexto, este año se perfila como una ventana más realista para una suba sostenida de altcoins, aunque no de forma generalizada.
El arranque de enero aparece como un momento clave para el corto plazo. Analistas detectan una posible debilidad en la dominancia de Bitcoin, con configuraciones gráficas que en el pasado habilitaron rebotes temporales de altcoins.
La fecha que varios operadores miran es la primera quincena del mes, cuando la resistencia de BTC se desplazaría hacia la zona de u$s96.000. "Si el precio de Bitcoin avanza mientras su dominancia cede, el mercado puede habilitar una mini altseason", resume a iProUP el analista financiero Juan Mateo.
El rebote, de todos modos, parece limitado. "La oferta de tokens es enorme y el capital disponible sigue concentrado", agrega Mateo, quien remarca: "las ganancias, si aparecen, serían selectivas y no replicarían los ciclos explosivos de otros años".
En una mirada más amplia, la variable decisiva sigue siendo la liquidez. Desde 2022, el ajuste monetario global pesó sobre el desempeño de las altcoins. Un giro más laxo en la política de tasas, esperado por algunos analistas para 2026, puede cambiar ese equilibrio y abrir una etapa más favorable.
Dentro de ese universo selectivo, Monero aparece como uno de los casos más consistentes. XMR cotiza apenas 17,5% por debajo de su máximo histórico de u$s519 y muestra una fortaleza relativa poco común en el actual ciclo.
El interés por criptomonedas enfocadas en privacidad gana peso en medio de debates regulatorios y mayor escrutinio sobre las finanzas digitales.
Los indicadores de flujo de capital reflejan entradas sostenidas y una demanda que resiste mejor que la de otros activos de gran capitalización.
Para la analista Laura Ventura, "un movimiento por encima de u$s450 reabre el camino hacia la zona de u$s500, nivel psicológico que el mercado sigue de cerca". Esto equivale a 15% desde su precio actual.
La experta advierte que "la contracara es clara: una toma de ganancias agresiva puede llevar el precio hacia los soportes de u$s417 o incluso u$s387".
Midnight, el proyecto impulsado por Charles Hoskinson, fundador de Cardano, concentra atención por su perfil pionero y el peso de su equipo: se trata de una cadena paralela que añade una capa de privacidad a la décima red en capitalización de mercado.
Su token nativo, NIGHT, todavía transita una etapa inicial de adopción, pero el respaldo de su liderazgo aporta credibilidad en un mercado saturado de promesas.
La moneda se mueve cerca de u$s0,096 y mantiene una estructura técnica que habilita un avance hacia u$s0,10 si el soporte se consolida.
Para Ventura, "una ruptura de ese nivel abriría el juego para buscar u$s0,12 y marcar nuevos máximos". Es decir, un avance hasta 25%.
"El riesgo, como en todo activo joven, depende del clima general del mercado y de la capacidad de sostener interés más allá del lanzamiento", completa.
Ethereum sigue lejos de su récord histórico y cotiza un 66% por debajo de aquel pico. La recuperación aparece condicionada por la falta de demanda sostenida y su alta correlación con Bitcoin. El nivel de u$s3.000 funciona como referencia clave para el mercado.
Un quiebre firme por encima de esa zona permitiría proyectar un avance hacia u$s3.287 ( 10%), aunque el proceso luce gradual.
"Sin un cambio claro en el entorno macro o en el apetito por riesgo, ETH puede prolongar su fase lateral y postergar una recuperación más ambiciosa", asegura Mateo.
En contraste con la debilidad general, XRP mostró un comportamiento atípico. Los fondos cotizados (ETF) vinculados al token captaron u$s70 millones en flujos netos positivos en las últimas semanas, mientras el conjunto de los fondos cripto registró salidas por u$s446 millones.
Estos productos incorporaron unos 35,3 millones de XRP, lo que elevó los activos bajo gestión a u$s1.410 millones. Cerca de 746 millones de tokens permanecen en custodia, equivalentes al 0,75% del suministro total. XRP cotiza en torno a u$s1,86 y se mantiene por encima de soportes recientes.
El interés no se concentró en un solo emisor. Fondos de Bitwise, Canary Capital, Franklin Templeton, Grayscale y 21Shares mostraron actividad, en un proceso que analistas describen como acumulación gradual.
La expansión del ecosistema Ripple con el crecimiento de la stablecoin RLUSD y nuevas integraciones financieras –tiene como socios a grandes entidades como Standard Chartered, Santander y American Express– aporta contexto a esa demanda selectiva.
El cierre de 2025 deja una lectura clara. El mercado no premia narrativas genéricas ni apuestas indiscriminadas. Las altcoins que logran destacarse lo hacen por fundamentos específicos, flujos concretos o señales técnicas bien definidas.
Para 2026, el potencial existe, pero exige paciencia, lectura fina y una dosis de selección que pocos ciclos anteriores requirieron. Si hubo una burbuja, ya explotó. Ahora resistirán los buenos de verdad.