En un contexto donde los mercados financieros globales parecen reconfigurarse, Bitcoin (BTC) vuelve a arrancar el debate entre inversores y analistas sobre cuál es el mejor activo de resguardo de valor a largo plazo.
Según un análisis reciente difundido en el ecosistema cripto, la principal criptomoneda obtuvo rendimientos muy superiores a los de los metales preciosos tradicionales como el oro y la plata en el marco de la última década.
Los datos comparativos, basados en cifras publicadas por el analista Adam Livingston, muestran que desde 2015 Bitcoin acumula una apreciación cercana al 27.700%.
Este crecimiento de la criptomoneda con mayor capitalización de mercado, fue astronómicamente más alto a comparación del 405% registrado por la plata y del 283% que marcó el oro durante el mismo período.
Pero además, estos porcentajes reflejan no solo las diferencias de rendimiento, sino también el creciente nivel de atención que captaron las criptomonedas dentro de portafolios diversificados de los inversores minoristas e institucionales.
En esta línea, este fenómeno, avalado por las cifras, pone en perspectiva cómo el ecosistema cripto está compitiendo codo a codo con activos más tradicionales.
De esta forma, una inversión teórica de u$s1.000 en Bitcoin en 2015 habría convertido ese capital en casi u$s278.000 para finales de 2025, mientras que el mismo monto en plata y oro habría rendido aproximadamente unos u$s5.050 y u$s3.830, respectivamente.
Por otro lado, se debe recordar que en 2025 los metales preciosos mostraron ciclos alcistas notables, como el oro que alcanzó máximos históricos cerca de los u$s4.530 por onza.
Por su parte, la plata se aproximó a los u$s80, y ambos valores de los metales fueron impulsados por la incertidumbre macroeconómica, las políticas monetarias expansivas y el debilitamiento del dólar estadounidense.
A pesar de esto, la trayectoria acumulada de la criptomoneda con mayor capitalización de mercado, en la última década, sigue dominando en cuanto a crecimiento porcentual absoluto.
En paralelo, esta misma tendencia fue confirmada por otros análisis independientes, que muestran que Bitcoin superó a los activos tradicionales en términos de retorno total, incluso si su volatilidad anual puede superar con fuerza la de los metales.