Solana cotiza cerca de u$s129 y atraviesa una etapa de estabilización, después de protagonizar una de las correcciones más intensas entre los activos de gran capitalización del ecosistema cripto durante el trimestre.
El token intenta encontrar equilibrio tras perder con fuerza el impulso que lo llevó por encima de u$s240 en octubre, un nivel que funcionó más como un boom de entusiasmo que como piso sostenible.
El retroceso borra en pocas semanas gran parte del recorrido alcista previo y obliga al mercado a reordenar expectativas. A diferencia de otras fases de caída, la reacción actual no responde al pánico ni a ventas desordenadas.
El precio muestra una dinámica más contenida, con menor velocidad a la baja y señales de absorción de oferta en niveles clave.
Solana: cuál es la tendencia de precios
Cuando se analiza el precio de Solana día por día, se observa que todavía se mueve por debajo de varios promedios de precio importantes que los analistas usan para entender la tendencia general del mercado.
Estos promedios funcionan como referencias: cuando el precio está por debajo, suele indicar que el activo atraviesa una etapa débil o de corrección.
"El primero de esos niveles está cerca de u$s128", resume a iProUP el analista financiero Fermín Aguirre. "Mientras Solana no logre superar ese valor, el mercado asume que cualquier rebote es frágil", agrega el experto.
Aguirre detalla que "más arriba aparecen otros dos niveles, alrededor de u$s140 y u$s156, que refuerzan la idea de que la tendencia sigue siendo negativa y que el camino hacia una recuperación no es sencillo".
Finalmente, hay un nivel más alto, cerca de u$s166, que marca el punto donde la suba fuerte se frenó definitivamente. Mientras el precio siga lejos de esa zona, el mercado entiende que aquella etapa de crecimiento quedó atrás y que el activo todavía necesita tiempo para recomponerse.
Este esquema confirma que la corrección sigue vigente, aunque el comportamiento del precio empieza a mostrar matices. "La zona entre u$s118 y u$s120 funciona como soporte técnico repetido", advierte el analista Rodrigo Mansilla.
"Cada intento de quiebre encuentra respuesta compradora suficiente para evitar una extensión de la caída, lo que sugiere que la presión vendedora pierde intensidad", asegura el especialista.
Los indicadores de impulso acompañan este cambio de ritmo. El RSI diario se mantiene en el área baja de los 40 puntos, un nivel que históricamente se asocia a fases de reinicio tras movimientos extremos y no a tramos de venta acelerada.
El impulso es débil, pero deja de deteriorarse, una señal que obliga a moderar las expectativas bajistas de corto plazo.
Solana: que esperar en el corto plazo
De acuerdo a lo expuesto por los analistas a iProUP, Solana todavía no construye una secuencia clara de máximos crecientes y los avances encuentran resistencia rápidamente.
La fortaleza de corto plazo existe, pero refleja posicionamiento defensivo más que convicción direccional.
Los datos de flujos al contado refuerzan el tono prudente. Solana acumula salidas netas durante buena parte del año y diciembre no revierte esa dinámica de forma contundente.
Las lecturas más recientes muestran movimientos moderados, insuficientes para hablar de una etapa de acumulación sólida. Esta falta de demanda agresiva explica por qué el precio sostiene el soporte sin acelerar al alza.
En el mercado de derivados, el ajuste resulta más evidente. El volumen crece al ritmo de la volatilidad reciente, pero el interés abierto retrocede, una combinación que indica reducción de apalancamiento.
Tras los excesos observados durante el rally de octubre, el mercado prioriza limpieza de posiciones antes que reconstrucción.
Los ratios largos-cortos siguen inclinados hacia los largos, sobre todo entre operadores minoristas, lo que introduce un riesgo adicional si el precio no logra recuperar resistencias clave.
Las liquidaciones muestran que las posiciones largas concentran la mayor parte de los cierres forzados, una señal de que el sesgo alcista todavía enfrenta presión.
Solana: de la corrección a la construcción de base
El avance de Solana por encima de u$s200 en octubre responde más al impulso que a fundamentos estructurales.
La corrección posterior valida esa lectura y deja al descubierto un exceso de posicionamiento especulativo que el mercado ahora digiere con mayor disciplina.
El escenario actual muestra a Solana en una fase de transición. La zona de u$s118–u$s120 se consolida como soporte central, mientras que u$s128 y u$s140 delimitan las resistencias que los compradores necesitan recuperar para cambiar el tono del mercado.
Un movimiento sostenido por encima de la EMA de 20 días, acompañado por mejoras en los flujos al contado y una reducción del riesgo en derivados, redefine el panorama de corto plazo.
Por ahora, Solana no persigue una recuperación acelerada. El activo repara su estructura, ajusta expectativas y espera señales más claras de una demanda dispuesta a asumir protagonismo.