En una de las operaciones más relevantes del año para el sector agroindustrial argentino, Adecoagro, controlada por la empresa cripto Tether y bajo la presidencia del empresario uruguayo Juan Sartori, cerró la compra total de Profertil S.A., la mayor productora de urea granulada del país con planta en Bahía Blanca.
La transacción, valuada en torno a 600 millones de dólares, implicó la adquisición del 50% de la compañía que estaba en manos de YPF, completando así el control accionario que el binomio Adecoagro–Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) había iniciado tras la compra previa de la participación de Nutrien Ltd.
Profertil juega un rol crítico en la agricultura nacional: provee cerca del 60% de la urea utilizada en Argentina, un insumo esencial para cultivos como trigo, maíz y soja. La concreción de esta transacción no sólo transforma la estructura propietaria de una compañía estratégica, sino que también reconfigura el mapa de inversiones en un sector clave para la exportación y la economía real del país.
La operación se desarrolló en dos etapas. En la primera, Adecoagro y ACA adquirieron el 50% de Profertil que poseía Nutrien, multinacional canadiense que decidió retirarse del negocio de fertilizantes en Argentina como parte de su reorientación estratégica en otras regiones. Esa parte de la transacción fue pactada en aproximadamente 600 millones de dólares antes de impuestos, según reportes locales.
Posteriormente, YPF S.A. aprobó la oferta vinculante presentada por Adecoagro para adquirir el 50% de su participación en Profertil, completando así la transferencia. El anuncio oficial se produjo a mediados de diciembre de 2025, con el aval del directorio de la petrolera estatal argentina y tras el cumplimiento de las condiciones contractuales previstas.
Con esta compra, Adecoagro se convierte en único propietario de Profertil, consolidando una plataforma agroindustrial que abarca tanto la producción agrícola como la industrialización de insumos clave para el sector productivo. La alianza con ACA, cooperativa de fuerte presencia en la agricultura nacional, también fue resaltada como un factor que fortalece la posición competitiva de la nueva estructura accionaria.
Fuentes de la industria destacaron que la operación no sólo tiene una dimensión económica relevante, sino que además representa un punto de inflexión en el mercado de fertilizantes de Argentina, dado que la propiedad y el control de insumos estratégicos para la producción se consolidan ahora en manos nacionales y regionales.
Juan José Sartori Piñeyro es un empresario y figura prominente del mundo corporativo y político uruguayo. Nacido en Montevideo en 1981, Sartori fundó Union Group, una firma privada de inversión con intereses en sectores que incluyen agricultura, energía, infraestructura y recursos naturales en América Latina.
Su carrera también se desarrolló en la política: en 2019 fue elegido senador de Uruguay por el Partido Nacional, convirtiéndose en uno de los legisladores más jóvenes del país. Además, Sartori es conocido internacionalmente por su rol como uno de los principales accionistas de Sunderland Association Football Club, equipo del fútbol inglés adquirido por él y un consorcio en 2017.
Más allá de sus antecedentes empresariales tradicionales, Sartori ha incursionado en el ecosistema cripto y las finanzas digitales. Participa activamente en proyectos vinculados con Tether, la empresa emisora de la stablecoin USDT, actuando como director de iniciativas de negocios dentro del grupo y representando a la compañía en diversas inversiones, incluidos agronegocios como Adecoagro y operaciones en minería.
Dentro del plano legislativo, Sartori presentó iniciativas relacionadas con la regulación del mercado de criptomonedas en Uruguay, buscando marcos legales que promuevan la inversión y el uso de activos digitales en el país, aunque estas propuestas generaron debates entre distintos actores debido a las complejidades de aplicar marcos regulatorios claros a tecnologías emergentes.
Su liderazgo en Adecoagro, tras la adquisición mayoritaria de la empresa por parte de Tether, subraya su papel central en la intersección entre el capital tradicional, la agroindustria y los activos digitales. Esta convergencia ha generado tanto expectativas como interrogantes sobre el impacto de modelos de inversión basados en criptomonedas en industrias tangibles como la agricultura y la producción de insumos estratégicos.
En resumen, la adquisición de Profertil constituye mucho más que una operación financiera: es un ejemplo de cómo el capital vinculado al ecosistema cripto se está integrando en sectores maduros de la economía real, con protagonistas que combinan experiencia empresarial, política y visión estratégica sobre tecnologías disruptivas.