JPMorgan da un paso clave en la convergencia entre Wall Street y blockchain. El banco lanzó su primer fondo del mercado monetario tokenizado sobre una red pública, una movida que refuerza la adopción institucional de activos digitales regulados.
El vehículo se llama My OnChain Net Yield Fund, cotiza bajo el ticker MONY y opera directamente sobre Ethereum.
La iniciativa surge desde J.P. Morgan Asset Management, la división que administra cerca de u$S4 billones, y utiliza la infraestructura de Kinexys Digital Assets, la plataforma propia del banco para tokenizar instrumentos financieros.
Se trata de un fondo privado bajo la normativa 506(c), reservado para inversores calificados, que apunta a combinar rendimientos en dólares con la eficiencia operativa de la blockchain.
MONY replica la lógica de un fondo de mercado monetario tradicional. Invierte exclusivamente en bonos del Tesoro de Estados Unidos y acuerdos de recompra respaldados por esos mismos activos, lo que lo posiciona como una herramienta de bajo riesgo orientada a la gestión de liquidez.
La diferencia aparece en la forma de operar. Lo explica el analista financiero Fermín Aguirre: "los inversores se suscriben a través de Morgan Money, la plataforma institucional de JPMorgan, y reciben tokens directamente en sus direcciones de blockchain".
Cómo funciona MONY y quiénes pueden acceder
"Las suscripciones y rescates se realizan tanto en efectivo como en stablecoins, con USDC entre las opciones habilitadas", agrega el experto a iProUP.
El fondo parte con un capital inicial de u$s100 millones aportado por el propio banco. La inversión mínima se fija en u$s1 millón y el acceso queda limitado a personas con patrimonios financieros elevados e instituciones con grandes volúmenes de activos bajo gestión.
Desde JPMorgan destacan que la tokenización permite acelerar procesos que, en el sistema financiero tradicional, todavía dependen de horarios bancarios y cámaras de compensación.
En el caso de MONY, las liquidaciones operan las 24 horas, los siete días de la semana, con transferencias casi instantáneas.
La estructura on-chain también suma transparencia, ya que los tokens representan participaciones directas en el fondo y pueden transferirse entre pares.
Además, habilita un uso más eficiente de las participaciones como colateral dentro del ecosistema blockchain, una función clave para inversores institucionales que buscan optimizar capital.
Más detalles sobre el lanzamiento de JP Morgan
El lanzamiento de MONY no aparece aislado. JPMorgan intensifica su estrategia en activos digitales durante los últimos meses.
El banco ya anunció la primera transacción sobre Kinexys Fund Flow, su próxima plataforma de tokenización de fondos, cuyo lanzamiento formal se proyecta para 2026.
También concretó la emisión de papel comercial estadounidense para Galaxy Digital sobre la blockchain de Solana, una de las primeras operaciones de deuda en una red pública.
A nivel más amplio, Wall Street acelera su interés por la tokenización de activos del mundo real. Fondos, bonos y depósitos comienzan a migrar a blockchain en busca de eficiencia, trazabilidad y reducción de costos. En paralelo, el avance regulatorio en Estados Unidos y la maduración de la infraestructura cripto refuerzan ese movimiento.
Por otro lado, que JPMorgan elija Ethereum no pasa inadvertido. La red se consolida como el estándar para productos financieros tokenizados de escala institucional, incluso para actores que históricamente operaron sobre infraestructuras cerradas.
A diferencia de JPM Coin, que nació en entornos privados, MONY funciona sobre una blockchain pública, un cambio que refleja mayor confianza en la seguridad y estabilidad del ecosistema.
Para el mundo cripto, el fondo abre una puerta concreta para generar rendimientos estables en entornos on-chain sin exposición a la volatilidad típica de los tokens.
Para la banca tradicional, representa un experimento controlado que acerca productos regulados a la lógica de Web3.
JPMorgan no publica proyecciones de crecimiento para MONY, pero con este lanzamiento envía una señal clara. La tokenización deja de ser una prueba de concepto y pasa a integrarse en la oferta real de uno de los bancos más grandes del planeta.