JP Morgan, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo, anunció la exitosa emisión de un bono corporativo tokenizado de u$s50 millones, en lo que representa un hito para los mercados de capitales.

Este bono de JP Morgan será para Galaxy Digital Holdings en la blockchain pública de Solana, y se consolidará como uno de los primeros instrumentos de deuda tradicionales gestionados y liquidados completamente on chain en los Estados Unidos.

Este bono, estructurado como papel comercial estadounidense (USCP), fue emitido y tokenizado por JP Morgan, que creó el correspondiente token digital representativo del vale en la red de Solana y se encargó de la liquidación de la emisión primaria.

Esta transacción fue adquirida por dos grandes participantes institucionales, el gestor de activos Franklin Templeton y el exchange de criptomonedas Coinbase, quienes pagaron y recibirán el reembolso utilizando USDC.

Según el propio banco, esta operación representa uno de los primeros acuerdos de deuda ejecutados en una blockchain pública en los Estados Unidos y un hito clave que podría abrir puertas a una adopción mucho más amplia de tecnologías de registro distribuido en los mercados financieros tradicionales.

Por su parte, Scott Lucas, jefe de mercados de activos digitales de JP Morgan, en el marco de un comunicado oficial, destacó: "esta transacción es un paso importante para comprender el rol que jugarán las blockchains en el futuro de los mercados financieros".

Por otro lado, el ejecutivo también remarcó el compromiso de la entidad con soluciones que integren eficiencia, seguridad y escalabilidad para clientes institucionales.

¿Por qué es importante este hito?

La tokenización de activos reales ofrece ventajas significativas en términos de reducción de costos, tiempos de liquidación más rápidos y mayor transparencia, ya que elimina intermediarios tradicionales del proceso.

Analistas del sector consideran que este mercado de activos del mundo real tokenizados podría alcanzar una capitalización de hasta unos u$s300.000 millones para 2030.

Además, el uso de una blockchain pública como Solana para una emisión de esta naturaleza subraya la creciente confianza de las instituciones financieras en redes abiertas que proporcionan alta velocidad de transacción y bajos costos operativos.

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