El Reino Unido evalúa aumentar la emisión de bonos del Tesoro a corto plazo para captar el creciente interés de los emisores de stablecoins, que buscan activos seguros para respaldar su circulación.
El Banco de Inglaterra ya alertó que la oferta actual podría quedar corta frente al avance del dinero cripto y presiona para ampliar el mercado, informó el medio Cryptopolitan.
El movimiento se canalizaría a través de la Debt Management Office, que prepara una consulta pública para enero con el objetivo de fortalecer el mercado de deuda ultra-corta.
En la actualidad el país coloca bonos con vencimientos a uno, tres y seis meses y mantiene unos GBP£108.000 millones (u$s143.000 millones) en circulación.
La necesidad de sumar nuevos inversores se intensificó por la baja en la demanda de bonos largos, especialmente de los fondos de pensión.
Al mismo tiempo, Estados Unidos tomó ventaja con una regulación más flexible para stablecoins que impulsó todavía más la demanda por sus T-bills, un factor que encendió las alarmas en Londres.
El ecosistema cripto también cuestiona la propuesta británica por los límites temporales impuestos a las tenencias de stablecoins y por la obligación de destinar 60% del respaldo a deuda estatal de corto plazo. El Banco de Inglaterra ajustó algunas exigencias, aunque insiste en que el país debe avanzar con cautela por la dinámica particular de su sistema financiero.
La decisión final quedará atada al resultado de la consulta pública, que definirá si el gobierno amplía la oferta de T-bills para competir con Estados Unidos y absorber el fuerte avance de los emisores de stablecoins.