Muchas de las propuestas de tokenización (especialmente en el sector inmobiliario), bajo el lema de "democratizar el acceso", en realidad buscan mantener el status quo.
Lo hacen a través de acuerdos con instituciones obsoletas que durante años nos obligaron a operar bajo sus reglas simplemente porque controlaban la infraestructura, los registros y los permisos necesarios para cualquier transacción.
Lo más irónico es que la misma tecnología que dicen impulsar está diseñada para funcionar de forma trustless, permissionless y decentralized. Les comparto qué representan estas tres palabras en el contexto de la tecnología blockchain:
- Trustless: no necesitás confiar ciegamente en una institución, escribano, banco o intermediario. La confianza se reemplaza por código, criptografía y reglas automáticas que todos pueden verificar. El sistema funciona aunque no confíes en nadie en particular
- Permissionless: cualquiera puede participar sin pedir permiso. No hay una entidad que decida quién entra o quién queda afuera. Si tenés un activo y querés transferirlo, simplemente lo hacés
- Decentralized: no hay un único punto de control ni de fallo. El poder se distribuye entre múltiples participantes, evitando monopolios, censura y arbitrariedad.La red sigue funcionando aunque una parte falle o intente controlar el proceso
Sin embargo, ellos hacen cherry-pick: adoptan solo lo que les conviene, dejan de lado los principios fundamentales y terminan usando blockchain para un único objetivo… digitalizar la burocracia.
Democratizar el acceso significa más transparencia, menos intermediarios y reglas claras. Significa que si quiero vender mi propiedad a otra persona, no debería necesitar la aprobación de gatekeepers cuyo único valor histórico fue monopolizar la puerta de entrada.
La tokenización no vino a disfrazar la burocracia de tecnología. Vino a deprecarla. Todo lo demás es puro oportunismo.
*Por Gastón Lavorato, CEO de Bagheads Labs, empresa de tokenización de activos y experiencias