La economía argentina atraviesa un escenario complejo, marcado por la volatilidad política y las tensiones cambiarias. Según el último informe de FocusEconomics, el Producto Bruto Interno (PBI) cerraría 2025 con una nueva contracción, mientras la inflación y la presión sobre el tipo de cambio continúan afectando la actividad.
En julio la economía se redujo un 0,1% respecto del mes anterior. Con esta caída, la actividad acumula cinco retrocesos en los primeros siete meses del año y "llevó al PIB total por debajo de su máximo de febrero", según el reporte.
Frente a este panorama, bancos y consultoras corrigieron sus previsiones y estimaron que, en 2026, la expansión será de 3,1%, es decir, 0,2 puntos porcentuales menos que lo calculado previamente.
"Nuestros panelistas han revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento del PIB recientemente, aunque sigue siendo sólido según los estándares regionales", explicó FocusEconomics.
El informe también analiza la evolución de la economía en la región. En ese sentido, el reporte señala que en la última década, América Latina registró un crecimiento promedio de apenas 1,4%, el más bajo en todo el mundo.
"La inestabilidad política crónica de América Latina, los altos niveles de delincuencia y corrupción, el deficiente sistema educativo, la dependencia del volátil sector de las materias primas y la falta de presencia en industrias de rápido crecimiento como la electrónica y las tecnologías de la información son factores que han frenado el crecimiento del PIB regional durante la última década", explicaron los analistas.
Recortes de tasas y un futuro de bajo crecimiento: las perspectivas para la economía argentina en 2026
De cara al futuro, LatinFocus proyecta que la región seguirá rezagada hasta 2029, con un crecimiento anual apenas superior al 2%.
En el plano monetario, los especialistas prevén nuevos recortes de tasas en los próximos años, aunque más moderados que los aplicados entre 2023 y 2025.
El informe advierte además que "se espera que las tasas de interés más bajas, combinadas con una inflación más alta que la de EE. UU. y la persistente inestabilidad política, provoquen una tendencia depreciativa en la mayoría de las monedas latinoamericanas en los próximos años".
Otro punto destacado es el posible avance del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur. De concretarse, se conformaría una zona de libre comercio que abarcaría a más de 700 millones de personas.
Sobre este tema, el informe destacó: "Para América Latina, una ventaja clave serían los exportadores agrícolas de la región, quienes se beneficiarían de un mayor acceso al mercado alimentario de la Unión Europeo, hasta ahora altamente protegido."
Y agregó: "La reducción de los aranceles sobre los productos industriales podría ejercer una presión a la baja sobre la inflación en los países latinoamericanos, mientras que la inversión de la UE en América Latina probablemente aumentaría".