El Fondo Monetario Internacional generó impacto al incluir a XRP dentro de un grupo de tecnologías con capacidad para mejorar los pagos entre países.
La mención aparece en un documento técnico, publicado por el organismo en las últimas horas, en el que analiza por qué las transferencias internacionales siguen con demoras y costos elevados y qué soluciones podrían cambiar ese escenario.
El informe, titulado Fintech Note, Trust Bridges and Money Flows: A Digital Marketplace to Improve Cross-Border Payments, describe que los bancos todavía dependen de acuerdos bilaterales y mecanismos de prefinanciación que encarecen las operaciones y dejan la infraestructura global en manos de pocas entidades.
También señala que las líneas swap entre bancos centrales no resuelven el problema de forma generalizada.
Según el FMI, la tokenización del dinero permitiría mover valor en sistemas compartidos sin tantas intermediaciones. Para eso, imagina un mercado digital global donde distintas formas de dinero tokenizado interactúan entre sí y se convierten con menos costos, con billeteras reguladas y entidades autorizadas como puntos de acceso.
En ese análisis, el organismo identifica tres modelos tecnológicos que ya funcionan como activos de liquidación. Uno de ellos se basa en un token privado usado en una red para pagos internacionales, categoría en la que aparece XRP como ejemplo.
Los otros dos incluyen un sistema abierto representado por Stellar y una estructura que combina criptoactivos sin respaldo con una capa de pagos, como Strike junto con Bitcoin y Lightning Network. El FMI aclara que no recomienda estas soluciones y solo describe tecnologías existentes.
La presencia de XRP en el documento se suma a informes de otras entidades. Volante, empresa de infraestructura de pagos en la nube, la incluyó en sus análisis sobre alternativas transfronterizas.
El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) también mencionó que XRP y Ripple ofrecen una opción distinta frente a los métodos tradicionales usados en operaciones globales.