La tokenización de activos —la representación digital de un bien real o financiero en blockchain— aparece cada vez más en la agenda de empresas, bancos y reguladores. Sin embargo, ¿qué tan preparada está la sociedad argentina para dar ese salto?
Para responderlo, Taquion Group y EY Argentina presentaron, en el marco de la DevConnect 2025, su estudio Adopción de Activos Digitales y Tokenización, una investigación nacional realizada en noviembre de 2025, sobre más de 1.200 personas y 100 PyMEs.
Los resultados muestran un país curioso, expectante y con un alto potencial de adopción, pero todavía atravesado por barreras de confianza, regulación y educación financiera.
Según el informe, cuatro de cada 10 argentinos dicen estar interesados en usar activos tokenizados en su vida diaria, pero solo el 17% los utilizó alguna vez.
Entre quienes sí lo hicieron, las principales motivaciones fueron ahorro (35%), inversión a mediano plazo (29%) y trading (25%).
Cuando se pregunta qué tipo de activos despiertan mayor atractivo, los activos del mundo real (bienes raíces, bonos del tesoro de EE. UU., materias primas y obras de arte, por ejemplo) lideran ampliamente (51%), por encima de las criptomonedas tradicionales (34%) y Bitcoin (29%).
El sector favorito para invertir, en un escenario tokenizado, es bienes raíces (28%): la posibilidad de acceder a inmuebles con tickets más bajos resulta central.
¿Qué beneficios ven los usuarios?
En síntesis: el usuario argentino ve en la tokenización acceso, flexibilidad y democratización.
El principal obstáculo es el riesgo de fraude o hackeo (46%), seguido por la falta de regulación clara (33%) y dificultades para retirar fondos (26%). A la vez, la confianza se activa con señales muy concretas: que un banco tradicional ofrezca el servicio: 27% Recomendación de expertos: 25%
De hecho, el 56% quiere que los bancos ofrezcan productos vinculados a activos tokenizados, llegando al 68% entre jóvenes Gen Z.
En el mundo empresarial, la adopción avanza más lento: solo el 8% de las PyMEs usó criptomonedas o stablecoins, aunque el 22% evaluó hacerlo.
Además, una de cada tres empresas declara poseer activos que podrían tokenizarse, pero apenas un 5% afirma tener un nivel alto de conocimiento sobre el tema.
¿Dónde ven el mayor potencial? Los activos reales son los que más traccionan:
Pero aún existe una gran brecha conceptual: el 61% no identifica ningún beneficio directo para su negocio, lo que muestra la necesidad de traducir la tokenización a indicadores concretos: liquidez, costo, acceso a inversores y tiempo.
¿Qué frena a las empresas?
Las principales barreras son:
Pese a esto, el 36% considera probable que su empresa utilice stablecoins o depósitos tokenizados en los próximos 3 años, y el 62% cree que los activos digitales se integrarán a la economía argentina.
El estudio de Taquion y EY muestra una foto clara:
Hay demanda latente entre consumidores
Hay interés potencial en Pymes
Pero aún falta traducir la tecnología a beneficios concretos y construir confianza. Los argentinos quieren acceder a nuevos activos, invertir por partes y tener más liquidez. Las empresas buscan más previsibilidad, menores costos y nuevas vías de financiamiento.
El desafío ahora pasa por crear productos simples, seguros, regulados y explicados en lenguaje cotidiano: cómo se entra, cómo se sale, qué riesgo tiene y qué valor aporta.
En un país históricamente innovador en materia financiera, la tokenización aparece como la próxima frontera, con consumidores y empresas listos para avanzar… si se despejan las dudas y se construye un puente de confianza.
*Por Diego Kupferberg es especialista en banca & Fintech de Taquion