World (ex Worldcoin), la iniciativa de Sam Altman para crear una identidad digital global mediante el escaneo del iris, acumula desde su lanzamiento en 2023 un total de 17,5 millones de registros.

Aunque la cifra resulta significativa, todavía está muy lejos de la meta inicial de 1.000 millones de usuarios y apenas representa el 2% del objetivo.

El sistema se basa en un dispositivo esférico, el Orb, que escanea el iris y genera un código único llamado World ID. Con él, los usuarios acceden a una aplicación con distintos servicios y reciben tokens de la criptomoneda Worldcoin, cuyo valor ronda u$s0,64 por unidad.

Desde su lanzamiento, el proyecto enfrenta resistencias en varios frentes. España, Hong Kong, Portugal, Indonesia, Alemania y Brasil son algunos de los países que impusieron restricciones, mientras que Kenia lo prohibió apenas un mes después de su lanzamiento.

Por su parte, las autoridades alemanas concluyeron que las medidas de protección de datos no son suficientes para asegurar un nivel de seguridad apropiado frente a ciberdelincuentes o atacantes.

En 2024, Filipinas ordenó el cese de operaciones, Colombia exigió borrar datos y Tailandia realizó redadas contra operadores ilegales de activos digitales. China, por su parte, advirtió que la recopilación de iris vinculada a criptomonedas podría constituir un riesgo para la seguridad nacional.

World (ex Worldcoin) el proyecto de identidad digital, enfrenta dudas sobre su sostenibilidad

Un proyecto bajo presión: dudas legales, técnicas y financieras

Además de las trabas legales, muchos especialistas cuestionan la viabilidad del proyecto. Uno de ellos es Nick Maynard, vicepresidente de investigación fintech en Juniper Research.

En ese sentido, el ejecutivo explicó: "No veo un caso de uso definitivo que hayan resuelto y que vaya a generar tracción importante. Necesitan un propósito real para existir, y eso no está del todo claro todavía".

A pesar de todo, la compañía recaudó u$s240 millones de firmas como Andreessen Horowitz, Bain Capital y Khosla Ventures, y alcanzó una valoración de u$s2.500 millones.

La compañía diseñó su estrategia de crecimiento enfocándose en mercados emergentes, donde la oferta de criptomonedas gratuitas funcionaba como principal atractivo. El modelo buscaba captar usuarios en contextos económicos vulnerables, aprovechando el incentivo inmediato de recibir tokens a cambio del escaneo de iris.

World no cobra a los usuarios por acceder a sus servicios y su CEO, Alex Blania, aseguró que no se convertirán en intermediarios de datos. Los ingresos provienen de tarifas de verificación cuando aplicaciones externas usan el World ID, del alquiler o venta de Orbs y de comisiones en su blockchain World Chain.

Sin embargo, hay dudas sobre la sostenibilidad financiera. Un exempleado indicó que las tarifas por sí solas difícilmente generen beneficios, y que el futuro depende de la inversión continua. 

Para acelerar su crecimiento, World buscó acuerdos con compañías consolidadas. Entre ellos, un piloto con Match Group para verificar usuarios de Tinder en Japón, convenios con Stripe, Visa y la firma de videojuegos Razer. También trascendió que hubo conversaciones con Reddit para incorporar sus servicios de verificación.

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