La creciente tendencia de consultar a la inteligencia artificial (IA), como ChatGPT, con el fin de obtener orientación financiera está en aumento, ya que los usuarios del agente confían en los consejos del bot.
Sin embargo, esta herramienta en principio no debería ser considerada como un asesor financiero, y esta limitación es particularmente crítica en el volátil mundo de las criptomonedas.
La falacia de la IA en el mundo cripto
Mientras que la IA puede ser efectiva para analizar el mercado de valores, gracias a la vasta cantidad de datos estructurados, informes de analistas y comentarios profesionales (de JPMorgan a Warren Buffett), esta lógica se deshace al aplicarla a los activos digitales.
El éxito de la IA se basa en la calidad de los datos con los que se entrena, mientras que el mercado de acciones genera un "aluvión de información curada", lo que permite a modelos como ChatGPT ofrecer perspectivas informadas sobre empresas como Apple o Tesla.
Además, el ecosistema cripto, especialmente más allá de los principales activos como Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETHER), carece de una infraestructura analítica real y de un cuerpo de investigación profesional comparable.
Es por eso que se debe comprender que por el momento, preguntarle a un asesor de inteligencia artificial qué criptomoneda comprar es "no más que una apuesta".
Clave para el Inversor
Aunque la IA puede escanear y resumir datos más rápido que un humano, en el sector cripto, los datos relevantes son escasos, menos estructurados y la cobertura es mínima, lo que resulta en respuestas menos confiables y más especulativas.
Las herramientas de IA carecen de la capacidad de proporcionar el contexto personal, la empatía y la gestión emocional que ofrece un asesor humano, elementos cruciales para una planificación financiera sólida.
Por otro lado, ChatGPT es una herramienta útil para resumir información, generar ideas iniciales o estructurar planes básicos de ahorro.
Sin embargo, los expertos aconsejan que la base del conocimiento siga estando disponible en cualquier motor de búsqueda, y la IA no realiza el trabajo de disciplina y adaptación personal que requiere la inversión.
En conclusión, aunque la IA ya transforma el sector financiero y puede ayudar a automatizar ciertas tareas, los inversores deben ser cautelosos.
La velocidad y la capacidad de procesamiento de la IA no compensan la falta de datos estructurados y el marco analítico sólido necesario para tomar decisiones informadas, especialmente en el ámbito de las criptomonedas.