Una billetera multisig vinculada a la polémica memecoin $Libra volvió a activarse después de permanecer completamente inactiva por nueve meses, moviendo un total de 69.000 SOL, el equivalente a unos u$s9 millones, a través de direcciones opacas. 

La reactivación coincide con un momento de tensión judicial y amplía las sospechas sobre posibles maniobras para ocultar fondos, en este escándalo que involucra a Javier Milei y su núcleo duro.

¿Qué ocurrió?

Según reveló el analista blockchain Fernando Molina, quien detectó la actividad, una billetera que estaría etiquetada como "Milei" realizó una transferencia masiva de 69.000 SOL hacia múltiples direcciones poco transparentes.

Este movimiento marca la primera salida conocida de fondos desde este wallet multisig asociado al proyecto $Libra, y esta wallet no registraba actividad desde el 15 de febrero, un día después del colapso de la memecoin tras su lanzamiento inicial, indicó BeInCrypto.

En paralelo, los demandantes en una demanda colectiva ante el Tribunal del Distrito Sur de Estados Unidos habían solicitado medidas cautelares para congelar los fondos vinculados al proyecto.

En ese contexto, los abogados de los demandantes advirtieron que los acusados podrían convertir sus activos restantes en criptomonedas de privacidad, lo que les permitiría borrar el historial de transacciones y dificultar el rastreo.

Pruebas y maniobras sospechosas

En documentos judiciales, los demandantes señalaron dos momentos clave en noviembre de este año, el pasado 16 y el 18.

El 16 de noviembre pasado habría habido una prueba: una wallet vinculada al equipo de $Libra envió fondos a través del protocolo NEAR Intents hacia una dirección blindada de Zcash, haciendo que esos fondos sean matemáticamente intrazables.

Después, el pasado 8 de noviembre, la actividad escaló, ya que se habrían convertido más de u$s60 millones en USDC a aproximadamente 456.000 SOL.

En paralelo, este monto se envió a dos nuevas billeteras "de posicionamiento", un paso habitual antes de efectuar operaciones más complejas de anonimización o lavado.

Según los demandantes, esta serie de movimientos no sería meramente operativa, sino parte de una estrategia coordinada para borrar rastros y dificultar la trazabilidad de los fondos.

Por último, se debe recordar que un estudio de Nansen reveló que 86% de los inversores perdieron dinero, por un total estimado de u$s251 millones en pérdidas.

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