Bitcoin (BTC), la principal criptomoneda del mercado, muestra un repunte técnico que pone fin, al menos momentáneamente, a la ola de ventas que lo llevó a perder más del 30% desde los máximos de octubre.
Tras tocar niveles cercanos a u$s80.000, la criptomoneda escaló hasta la zona de u$s88.600 en las últimas horas, impulsada por un cambio en las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y por señales de estabilización en los flujos institucionales. Ese alivio abre la puerta a una semana definitoria para las expectativas de fin de año.
Los comentarios de algunos funcionarios de la Fed, con un tono más dovish (política monetaria más expansiva) de lo previsto, aumentaron las probabilidades de un recorte en diciembre de forma abrupta: en días pasó de un 30–40% a alrededor de 75%.
Para un activo tan sensible a la liquidez como Bitcoin, esa corrección en las expectativas de tasas operó como catalizador. Además, los primeros signos de estabilización en los flujos hacia ETF de EE. UU. cortaron la hemorragia de entradas y salidas que había marcado noviembre, lo que permitió a BTC recuperar terreno en un mercado que busca una excusa para comprar. Y para llevar más alivio, Trump publicó en X que se fortalece la relación de EE. UU. con China.
Mercados de derivados: apuesta al rally de fin de año
Pese al repunte, la foto técnica sigue siendo frágil. Rupturas por debajo de soportes clave y la pendiente negativa de varias medias móviles mantienen a muchos traders en modo cautela.
En los mercados de derivados, no obstante, el posicionamiento pinta una imagen compleja: el informe de QCP del 24 de noviembre muestra un interés abierto concentrado en strikes de fin de año (u$s85.000, u$s1200.000 y u$s140.000 entre ellos) que indican que los inversores no descartan un rally final de temporada. El máximo dolor para opciones de diciembre se ubica en torno a u$s104.000, un número relevante dada la concentración de interés abierto.
Bitcoin (BTC) repuntó este lunes 24 de noviembre y llegó hasta los u$s88.500 por unidad
Al mismo tiempo, modelos alternativos sugieren que la capitulación por volumen podría haber marcado un mínimo de alta probabilidad. El analista Astronomer, con su modelo de velas semanales de alto volumen, encontró que patrones similares en ciclos previos condujeron frecuentemente a reversiones robustas: en 8 de 11 casos el patrón anticipó un nuevo tramo alcista que terminó en nuevos máximos.
En su lectura, eso se traduce en probabilidades elevadas de alcanzar u$s112https://www.iproup.com/economia-digital/62056-bitcoin-criptomonedas-precio-que-es-la-cruz-de-la-muerte.000–u$s118.000 en el horizonte medio si el patrón se repite. Es una lectura optimista, aunque sujeta a la confirmación por precio y volumen.
El analista Emiliano Luque mantiene la visión de que la zona de u$s80.000 "puede sostenerse si la liquidez global mejora con el cierre del ajuste cuantitativo de la Fed y la aceleración del crédito bancario en EE. UU".
En contraste, voces prudentes recuerdan que la rotación de opciones hacia protecciones (puts) entre u$s80.000 y u$s84.000 refleja que operadores sofisticados ya descuentan más volatilidad a la baja antes de apostar por nuevos techos.
La dinámica on-chain y de usuarios minoristas aporta otra capa: datos de plataformas como Lemon muestran que, mientras los institucionales recortaban exposición, el número de usuarios con BTC en la app creció casi 9% desde inicios de la caída, superando las 950.000 billeteras, y el 61% del volumen operado en noviembre representó compras.
Ese comportamiento sugiere que hay demanda de base (retail y usuarios de exchanges locales) que ve las caídas como oportunidades, un factor que puede amortiguar bajadas adicionales y alimentar rebotes intermedios.
Pronóstico para Bitcoin: ¿Consolidación o nuevo colapso?
¿Cómo puede cerrar Bitcoin noviembre? El escenario base combina ambas narrativas: si las expectativas de recorte de tasas se mantienen y los flujos de ETFs siguen estabilizándose, BTC puede consolidar un cierre de mes en torno a u$s95.000–u$s105.000, con espacio para pruebas puntuales de u$s110.000 si la liquidez confirma entrada sostenida.
En el escenario adverso, una nueva ola de salidas en ETF o datos macro peores a lo esperado puede arrastrarlo nuevamente hacia los u$s76.000–u$s80.000, niveles que algunos modelos técnicos consideran soporte crítico. Finalmente, en caso de shock severo de liquidez, el rango estructural inferior que mencionan algunas métricas avanzadas sitúa un piso muy conservador cerca de u$s45.000, pero ese sería el escenario extremo.
Para los inversores, el mensaje es doble y claro: por un lado, las probabilidades de un rebote técnico y hasta una recuperación parcial antes de fin de año crecieron. Por el otro, la fragilidad técnica y la concentración de interés abierto en opciones implican que la volatilidad puede seguir siendo alta.
En este contexto, quien busque exposición debería ponderar plazos, gestión de riesgo y evitar apalancamiento excesivo. El cierre de noviembre dirá si el repunte fue suficiente para recuperar confianza o solo un respiro en un ajuste más amplio.