Los fondos cotizados en bolsa (ETF) basados en Solana marcaron 18 jornadas consecutivas de entradas positivas, un desempeño que sorprende al consolidarse frente a la volatilidad que afecta a otros activos digitales relevantes del mercado.

Este avance contrasta fuertemente con los retrocesos observados en los ETF centrados en bitcoin y ether, que atraviesan un período de presión vendedora sostenida mientras los inversores reevalúan sus estrategias de exposición cripto.

Solana logra una racha que sorprende al mercado

Desde su llegada al mercado estadounidense, los ETF vinculados a Solana acumularon un total de 500 millones de dólares en entradas, una cifra que refleja el creciente interés institucional por alternativas cripto emergentes dentro del ecosistema financiero global.

Esta recepción favorable se mantiene aun cuando el precio de SOL opera en torno a 123 dólares, un valor que continúa muy distante del máximo histórico de 293 dólares alcanzado durante el ciclo alcista previo.

Aun con la racha positiva, el impacto directo sobre la cotización se mantiene limitado porque el tamaño de estos ETF resulta pequeño frente a la magnitud total del mercado subyacente, reduciendo su capacidad de generar presiones compradoras sostenidas.

En la vereda opuesta, los ETF de Bitcoin experimentan un escenario claramente desfavorable, acumulando durante noviembre retiros por 3.700 millones de dólares que debilitan la confianza institucional y afectan la dinámica general del activo.

Una situación similar atraviesan los instrumentos basados en ether, que registran 8 días consecutivos de salidas y pierden 1.790 millones de dólares en el mismo período, reflejando un viraje significativo en el sentimiento del mercado.

En contraste, los ETF de Solana se apoyan en la participación activa de gestoras como Bitwise, Grayscale, VanEck, Fidelity y Canary Capital, que refuerzan la legitimidad institucional del activo digital emergente.

El interés continúa creciendo debido a que aún permanecen solicitudes pendientes ante la SEC para sumar nuevos productos basados en Solana, entre ellas las presentadas por Franklin Templeton, Invesco y Coinshares respectivamente.

La combinación de ingresos constantes, interés regulatorio y presencia de actores institucionales relevantes sostiene la percepción de que Solana podría volverse un producto financiero clave dentro del ecosistema de activos digitales.

Solana se expande en Wall Street

La gestora 21Shares obtuvo luz verde de CBOE Global Markets para listar su ETF de Solana bajo el ticker TSOL, con una comisión anual de 0,21%. Será el sexto ETF basado en SOL disponible en Estados Unidos, junto con los de Bitwise, Grayscale, VanEck, Fidelity y Canary Capital.

"El ecosistema viene demostrando un apetito creciente por instrumentos regulados", sentencia el analista Rodrigo Mansilla a iProUP. El experto señala que, desde el lanzamiento de los primeros fondos de SOL el 28 de octubre, "las entradas superaron los u$s420 millones".

Para Mansilla, "este flujo tiene consecuencias directas: cada participación emitida debe estar respaldada por SOL real, lo que obliga a los emisores a comprar en el mercado". Con mayor demanda, el precio encuentra piso más rápido y además se amplía la visibilidad del activo frente al capital institucional que hasta hace poco miraba a Solana con cautela.

El debut de TSOL llega, justamente, cuando los inversores buscan diversificar riesgos dentro de un mercado que empieza a mostrar señales mixtas, sobre todo del lado de Bitcoin.

Solana crece justo cuando bitcoin respira tensión

El contraste es claro: mientras BTC procesa la sacudida más dura del año, Solana amplía su infraestructura regulada y seduce a los institucionales.

Los ETF aportan liquidez, transparencia y un puente directo para los fondos que no pueden operar tokens de forma directa. Si las entradas se mantienen, SOL podría beneficiarse en las próximas semanas de una presión compradora sostenida, incluso si el mercado general permanece volátil.

Para los inversores, el mercado muestra dos caras simultáneas:

En un contexto en el que muchos operadores buscan refugio y oportunidades al mismo tiempo, la conversación en Wall Street empieza a girar en torno a una idea: el protagonismo del próximo tramo del ciclo puede estar más repartido de lo habitual. Solana, con un nuevo ETF en puerta, se posiciona para capturar parte de esa narrativa.

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