El mercado de criptomonedas experimentó una caída significativa, con Bitcoin (BTC) retrocediendo cerca de un 30% en menos de un mes y por concluir el 2025.

La corrección afectó también a otros proyectos importantes como Ethereum y Solana, generando un aumento en el sentimiento de miedo de los inversores.

Según expertos de Learning Heroes, el contexto macroeconómico está entre las causas principales que presionan a la baja las criptomonedas, incluso cuando algunos proyectos mantienen fundamentos sólidos.

Albert Salvany, trader profesional y analista, sostuvo que la integración del mercado cripto con el financiero tradicional hizo que las criptomonedas se comporten como activos de riesgo, sujetos a la misma volatilidad que las acciones tecnológicas y bonos corporativos. 

"Esto implica que en periodos de incertidumbre los inversores retiran liquidez de todos los activos de riesgo por igual, amplificando la caída", destacó.

El papel de la inversión institucional en la dinámica del precio

Carlos Molinillo, ingeniero y experto en blockchain, destacó la importancia de la inversión institucional, que cambió el ciclo del mercado cripto en el último año.

En este sentido, la aprobación de los ETF de Bitcoin al contado incorporó a grandes fondos que ahora controlan entre 15% y 16% del suministro total de Bitcoin.

Estos inversores institucionales tienen precios de entrada elevados, entre u$s70.000 y u$s80.000, lo que limita las caídas excesivas, ya que una baja pronunciada representaría pérdidas significativas para sus portafolios.

Molinillo expuso que la caída drástica del precio no tiene lógica económica cuando estos actores, con fuerte influencia en el mercado, están presentes.

"Esto genera una tensión entre los indicadores macroeconómicos favorables, con tipos de interés en descenso y un empleo creciente en los Estados Unidos, y la corrección que se observa en el mercado cripto", remarcó.

Percepción de riesgo y factores macroeconómicos

El análisis de la situación señala que el mercado está actualmente guiado más por la percepción de riesgo que por datos concretos.

Albert Salvany resaltó el rol de las noticias macroeconómicas, especialmente la publicación de datos de empleo (NFP) y los resultados financieros de Nvidia

Nvidia es un epicentro clave en la industria de inteligencia artificial, y sus resultados sólidos pueden actuar como catalizadores para un cambio de sentimiento en el mercado tecnológico y, por ende, en los activos de riesgo como las criptomonedas. Cuando la percepción de riesgo disminuye, se podrían observar rebotes significativos. 

Por otro lado, factores técnicos como el coste de producción de Bitcoin –alrededor de u$s76.000–, y la concentración de posiciones en derivados forman un soporte robusto que podría favorecer un repunte en su valor.

Desde la perspectiva técnica, la concentración de posiciones en rangos específicos de precio crea un suelo que puede actuar como punto de rebote para Bitcoin.

La volatilidad sigue siendo alta, pero los fundamentos de oferta y demanda, junto con la gestión de riesgos por parte de grandes inversores, aportan estabilidad en este entorno complejo.

La corrección actual también se acompaña de una rotación de capital hacia activos tradicionales, motivada por las expectativas en políticas monetarias de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos.

Este escenario plantea un contexto de ajustes y oportunidades para los inversores que buscan entrar en momentos de baja para posicionarse a largo plazo.

Por ahora, la atención se centra en la evolución de las cifras macroeconómicas y en la confianza que puedan generar para los mercados de criptoactivos.

Cómo sigue este mercado en transición

La caída de Bitcoin y otras criptomonedas en noviembre de 2025 responde a un conjunto complejo de factores macroeconómicos, movimientos institucionales y cambios en la percepción de riesgo.

La integración creciente entre mercados tradicionales y criptoactivos redefine las dinámicas y genera nuevos desafíos para inversores y analistas.

Aunque la corrección genera incertidumbre, también abre ventanas para decisiones estratégicas, siempre atendiendo a la volatilidad propia del sector.

El futuro del mercado dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación a estos factores y la evolución de la economía global y tecnológica en los próximos meses.

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