El mercado de Bitcoin (BTC) se enfrenta a una de sus mayores presiones de venta en años, con las pérdidas realizadas por los inversores alcanzando niveles no vistos desde el colapso de la exchange FTX en noviembre de 2022.

Este evento subraya un "lavado significativo de la demanda marginal", impulsado principalmente por la venta masiva de los tenedores a corto plazo.

Según un análisis reciente de la plataforma de datos blockchain Glassnode, la "escala y velocidad" de estas pérdidas refleja una capitulación considerable dentro del mercado.

La criptomoneda retrocedió hasta los niveles de abril, al cotizar alrededor de los u$s83.000, cifra que representa una caída de 36% desde su máximo histórico de u$s126.210 registrado a principios de octubre.

Los holders a corto plazo impulsan la venta

Los datos de Glassnode sugieren que una parte significativa de la liquidación actual es impulsada por los tenedores a corto plazo (Short-Term Holders - STHs), aquellos que adquirieron BTC recientemente y venden con pérdidas ante la fuerte corrección.

Esta dinámica es a menudo considerada un indicador de que un "fondo local" podría estar cerca, especialmente si el precio logra recuperar rápidamente el costo base de estos inversores, según la plataforma de análisis CryptoQuant.

Comparación con crisis anteriores y proyecciones

El resurgimiento de las pérdidas realizadas a niveles de la debacle de FTX evoca recuerdos de los períodos de mayor estrés en el mercado cripto.

El colapso de FTX en 2022, que siguió al de Terra Luna, vio al precio de BTC caer de aproximadamente u$s33.000 en mayo a menos de u$s16.000 en noviembre.

Históricamente, después de tocar fondo, Bitcoin permaneció bajo presión antes de iniciar el mercado alcista de 2023.

A pesar de la actual turbulencia, algunas figuras prominentes de la industria mantienen una perspectiva alcista a largo plazo.

Tom Lee, cofundador de Fundstrat Global Advisors, pronosticó un posible rebote para BTC, al estimar que su precio podría moverse entre u$s150.000 y u$s200.000 para fines de enero de 2026.

El mercado se mantiene atento a si esta ola de ventas representa una limpieza final de la especulación excesiva o si la corrección se prolongará, mientras los inversores a corto plazo digieren las pérdidas y el ecosistema busca establecer un nuevo punto de soporte.

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