El sistema de transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires atraviesa un cambio silencioso, pero profundo.

Mientras la SUBE sigue siendo el medio más usado, el avance de la "aceptación abierta" amplía el abanico de opciones para pagar el boleto: tarjetas bancarias contactless, celulares y relojes con NFC, billeteras virtuales y códigos QR ya funcionan en cada vez más colectivos.

La Secretaría de Transporte sumó 54 líneas nuevas al sistema, un salto que extiende este esquema a servicios municipales, provinciales y nacionales.

Con esta actualización, miles de pasajeros del AMBA pueden viajar sin necesidad de llevar encima la SUBE física, aunque la tarjeta sigue siendo clave para quienes acceden a la Tarifa Social.

El Gobierno apunta a modernizar un sistema que durante años quedó ligado a un único medio de pago

Ahora, el ecosistema se diversifica y empieza a parecerse más a otras ciudades donde conviven distintos soportes electrónicos.

Un cambio que busca modernizar el pago del transporte

El esquema permite abonar el viaje con:

El costo del boleto es exactamente el mismo que al pagar con una SUBE registrada, y quienes tienen Tarifa Social mantienen el beneficio siempre que usen su SUBE —sea física o en el celular— gracias al sistema de credenciales digitales.

Desde la Secretaría detallan que esta expansión fue posible por el trabajo conjunto con Banco Nación y Nación Servicios, la empresa que opera la tecnología SUBE en más de 60 localidades del país.

Las 54 líneas que ya aceptan pagos abiertos

El listado incluye unidades que recorren municipios del conurbano, líneas interurbanas bonaerenses y servicios nacionales.

Entre las municipales se suman, por ejemplo:

En el segmento provincial se incorporan líneas como la 218, 236, 242, 245, 264, 269, 284, 298, 315, 317, 325, 371, 378, 382, 394, 395, 440, 441, 443 y 445.

Y entre las nacionales figuran la 46, 55, 63, 113, 119, 152, 154, 172, 174, 179 y 197.

La lista crece semana a semana y terminará cubriendo una parte sustancial de la red del AMBA.

Cómo pagar el viaje con QR, tarjeta o NFC

La lógica es simple:

En todos los casos el sistema reconoce el pago casi al instante. La experiencia no difiere demasiado de la SUBE, pero agrega una ventaja evidente: evita depender de la carga o del saldo.

También sigue vigente Atributo a Bordo, que permite activar o actualizar beneficios sociales simplemente apoyando la SUBE en el validador del colectivo.

El impacto en el bolsillo: descuentos, promociones y nuevas tarifas

La ampliación del sistema coincide con un momento de fuerte presencia de billeteras virtuales en la vida cotidiana del conurbano. Y la competencia entre bancos y fintech suma un beneficio extra: descuentos agresivos para pagar el transporte.

Entre las promociones activas:

En paralelo, Red SUBE mantiene su esquema de integración tarifaria: 50% de descuento en el segundo viaje y 75% desde el tercero en adelante, dentro de un lapso de dos horas. Esto solo aplica a líneas nacionales y siempre con SUBE registrada.

Las nuevas tarifas establecidas desde el 17 de noviembre son:

Un ecosistema que avanza hacia la interoperabilidad

El objetivo final es claro: un sistema de transporte donde cualquier pasajero pueda elegir cómo pagar y donde todos los medios convivan. La SUBE seguirá siendo central (sobre todo por los beneficios sociales), pero el QR, el NFC y las tarjetas sin contacto ya forman parte estable del día a día.

La expansión de pagos abiertos moderniza el transporte y también empuja la bancarización, acelera la adopción digital y reduce la dependencia de un único soporte.

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