El gigante bancario estadounidense JPMorgan dio un paso más allá en su incursión en los activos digitales al lanzar un piloto de un nuevo token de depósito, JPMD, sobre la blockchain pública Base, incubada por Coinbase.
Este movimiento representa una convergencia entre la banca tradicional (TradFi) y las finanzas descentralizadas (DeFi), con implicaciones importantes para el futuro de los pagos institucionales.
JPMD es un token de depósito (deposit token) emitido por JPMorgan y respaldado por depósitos en dólares en la propia institución financiera.
A diferencia de muchas stablecoins, que están diseñadas para mantenerse vinculadas al valor de una moneda fiat como el dólar, JPMD no se describe exactamente como una stablecoin tradicional ya que es: "una versión digital del dinero depositado".
Inicialmente estará disponible únicamente para clientes institucionales de JPMorgan en un entorno "permissioned" (con permisos).
El piloto implicará la transferencia de una cantidad fija de JPMD a la custodia de Coinbase, mediante la red Base.
Por otro lado, Base es una red de capa 2 de Ethereum desarrollada por Coinbase que ofrece compatibilidad con la red Ethereum, tarifas reducidas y alta velocidad de transacción.
JPMorgan la eligió por su capacidad de ofrecer liquidación casi instantánea y operativa 24 horas, los 7 días de la semana, algo muy valorado para negocios institucionales.
Con la integración de JPMD en Base, se abre la puerta a que una banca regulada aproveche infraestructura pública de blockchain, lo que marca un hito: por primera vez, un banco comercial deposita dinero institucional en una cadena pública.
JPMorgan confirmó que el piloto de JPMD durará varios meses y luego evaluará una expansión, posibles versiones en otras monedas (por ejemplo euros como JPME) y mayor apertura.
Los observadores del sector deberán vigilar:
Para los analistas de las criptomonedas, podría marcar el inicio de una "segunda ola" de adopción institucional, no solo criptomonedas, sino dinero bancario que se mueve on‐chain.
En conclusión, el lanzamiento del token de depósito JPMD por JPMorgan sobre la red Base marca un paso significativo en la convergencia de la banca tradicional y el universo blockchain.
Aunque aún en su fase piloto, el proyecto tiene el potencial de cambiar la forma en que las instituciones mueven dinero, cómo operan los activos digitales y cómo se integra el ecosistema DeFi en la infraestructura financiera regulada.