El analista Alexander Velásquez sostiene que XRP tiene el potencial de superar a las principales criptomonedas por su adopción institucional y su arquitectura pensada para pagos globales.
Dentro de los activos que el token de Ripple sería superior según la tesis de este analista se encuentran Bitcoin (BTC), Ethereum (Ether), Solana (SOL) y Stellar (XLM).
La fuerza de XRP
De esta forma, el mercado de criptomonedas vive un momento de fuerte tensión entre dos narrativas; por un lado, las monedas "clásicas" como Bitcoin y Ethereum que consolidan valor como reserva o infraestructura de contratos inteligentes.
Mientras que por otro lado, también existen otro tipo de proyectos que buscan resolver pagos globales de manera más eficiente, como sería el caso del token de Ripple.
En ese escenario, Velásquez apuesta por XRP, sobre los activos "clásicos", convencido de que su uso institucional y su infraestructura le dan una ventaja frente a sus competidores.
Según Velásquez, su tesis se sostiene en varios pilares clave:
- Adopción institucional y mercado de pagos
- XRP ya procesa cerca de u$s5 billones anuales en su red de pagos, según el artículo.
- Ripple apunta a capturar hasta el 14% del volumen de pagos del sistema SWIFT (que mueve unos u$s150 billones al año).
- Esto implica que XRP podría alcanzar un volumen anual de u$s21 billones, y en un escenario mundial con flujos transfronterizos crecientes, quizá acercarse a los u$s40 billones para 2030.
No obstante, según el analista, el verdadero valor de XRP no está en su precio actual, sino en su capacidad de conectar bancos, gobiernos y usuarios en un mismo estándar de pagos digitales.
Eficiencia de XRP vs BTC y ETH
Por otra parte, este especialista sostiene que Bitcoin sólo procesa unas 7 transacciones por segundo (TPS) y tarda 10 minutos por confirmación, con comisiones variables entre u$s1 y u$s10.
En cambio, Veláquez explica que XRP tiene la capacidad de 1.500 TPS, liquida en segundos, y sus comisiones son inferiores a un centavo.
Para Ethereum, el analista afirma que aunque domina los contratos inteligentes, su TPS ronda 17, mientras que además tiene tarifas de "gas" variables que dificultan su uso para pagos masivos.
En competencia frente a Solana, aunque puede alcanzar en teoría 65.000 TPS, Velásquez señala como debilidad las "interrupciones de la red" frecuentes y problemas de centralización.
Sobre Stellar, aunque es rápida y de bajo costo, Velásquez expresa que su enfoque se orienta al usuario minorista "peer-to-peer" más que al sector bancario/institucional, lo cual, según el analista, la deja en desventaja frente a XRP que ya está siendo adoptada por bancos y gobiernos.
En conclusión, Velásquez plantea un escenario ambicioso en el que XRP no solo sea una criptomoneda más, sino que se convierta en el "estándar de pagos digitales globales" gracias a su velocidad, costos reducidos y adopción institucional.