El analista Alexander Velásquez anunció que su portafolio está completamente invertido en la criptomoneda vinculada a Ripple, XRP, desplazando a Bitcoin, Ethereum, Solana y Stellar como sus principales activos de inversión.
Su decisión se basa en una tesis sólida: Ripple ha desarrollado una red de pagos global que ya mueve billones de dólares anuales, con perspectivas de expansión y adopción institucional sin precedentes en el ecosistema financiero digital.
XRP y la expansión en el sistema financiero global
Para Velásquez, la fortaleza de XRP radica en su capacidad para mover cerca de 5 billones de dólares anuales mediante asociaciones con bancos internacionales y pruebas con bancos centrales estratégicos.
Ripple aspira a captar hasta el 14% de los 150 billones de dólares que procesa SWIFT en cinco años, lo que situaría a XRP como actor clave en el sistema financiero global.
Si la proyección se cumple, el volumen de pagos procesados por XRP alcanzaría 21 billones anuales, consolidando su papel como infraestructura bancaria más rápida y de bajo costo.
El pilar de su éxito es la liquidez bajo demanda (ODL), tecnología que reduce los costos de transacción en 90% y liquida operaciones internacionales en menos de cinco segundos.
Entidades como Banco Santander, SBI Remit y Tranglo utilizan XRP para pagos entre Asia y Europa, mientras Bután y Palau prueban monedas digitales sobre la red Ripple.
Velásquez sostiene que esta adopción institucional posiciona a XRP más cerca del sistema financiero tradicional que cualquier otra criptomoneda existente en el mercado.
"Actualmente, SWIFT procesa alrededor de 150 billones de dólares al año. Por lo tanto, el 14% de esa cantidad representaría 21 billones de dólares", explicó Velásquez, resaltando el potencial de crecimiento de la red.
Y agregó: "no podemos olvidar que se prevé que los flujos transfronterizos aumenten hasta casi 290 billones de dólares para 2030, lo que significa que el 14% de la cuota de mercado de SWIFT se acercaría a los 40 billones de dólares".
Comparativa entre XRP, Bitcoin y Ethereum
El analista enfatiza que Bitcoin, aunque conserva su función como reserva de valor, solo procesa 7 transacciones por segundo, con comisiones que oscilan entre 1 y 10 dólares por envío.
"Esto también dificulta su escalabilidad. XRP, por otro lado, admite 1500 TPS en condiciones estándar, lo que la hace más de 214 veces más rápida que Bitcoin", destacó Velásquez sobre la diferencia tecnológica.
Ethereum, pese a dominar el ecosistema de contratos inteligentes, no cuenta con la escalabilidad necesaria para operar como sistema de pagos masivo, presentando congestiones y comisiones de gas elevadas.
"La principal fortaleza de Ethereum reside en los contratos inteligentes y su capacidad para alojar aplicaciones en su red, como Uniswap, así como monederos como MetaMask y Trust Wallet", indicó el analista.
Sin embargo, remarcó que la red de XRP liquida operaciones en segundos con comisiones inferiores a un centavo, una eficiencia que la convierte en alternativa viable para bancos y empresas globales.
De acuerdo con Velásquez, esta eficiencia explica por qué XRP avanza en adopción institucional mientras Bitcoin y Ethereum permanecen orientadas a usos distintos dentro del ecosistema cripto.
Solana, Stellar y la ventaja institucional de XRP
Velásquez reconoce la velocidad de Solana, capaz de alcanzar hasta 65,000 TPS teóricos, pero advierte que sus frecuentes interrupciones la vuelven inadecuada para la infraestructura bancaria.
"[Las interrupciones la] han vuelto poco fiable para la infraestructura bancaria, así como en los problemas de centralización", advirtió el analista, destacando el control excesivo de los principales validadores.
Al comparar con Stellar, explicó que su enfoque minorista y su público orientado a individuos y pequeñas empresas la distancian del ámbito institucional dominado por XRP.
"Si bien Stellar también es rápida, actualmente en proceso de escalar a 5000 TPS, y de bajo costo, no representa una amenaza para la ventaja competitiva de XRP en la mejora del sistema bancario", expresó Velásquez.
El especialista considera que XRP ya se consolidó como la opción más estable para gobiernos y bancos que buscan una red confiable, interoperable y con liquidez global.
Velásquez estima que el valor justo de XRP podría ubicarse en 66.67 dólares, con un potencial de crecimiento del 2,631%, y un escenario base más conservador en torno a los 10.97 dólares por token.
Riesgos, regulaciones y futuro de XRP
El analista reconoce que las stablecoins como USDT y USDC podrían captar parte del mercado de pagos global, aunque considera que la arquitectura de XRP sigue siendo más eficiente y descentralizada.
También advierte sobre la incidencia de regulaciones como MiCA en Europa y las acciones de la SEC en Estados Unidos, aunque espera que los pilotos de monedas digitales refuercen el papel de Ripple.
Velásquez compara el momento actual de XRP con los inicios de Visa: una tecnología lista para transformar el sistema de pagos global, aún subvalorada por el mercado financiero.
Para el analista, "el verdadero valor de XRP no está en su precio actual, sino en su capacidad de conectar bancos, gobiernos y usuarios en un mismo estándar de pagos digitales".