El riesgo país argentino se ubicó esta semana en torno a los 620 puntos básicos, su nivel más bajo desde enero de 2025, y se encamina a perforar la barrera de los 600.
El dato refleja el renovado apetito por los activos locales tras los comicios legislativos de medio término, en los que el oficialismo logró consolidar poder político y enviar una señal de gobernabilidad al mercado.
El indicador, elaborado por JP Morgan a través del índice EMBI+, mide la diferencia entre el rendimiento de los bonos soberanos de cada país y los del Tesoro de Estados Unidos, considerados de riesgo prácticamente nulo.
En la práctica, funciona como una especie de termómetro de confianza: cuanto más alto es el número, mayor es la percepción de riesgo y, por lo tanto, más cara resulta la financiación para el país y sus empresas.
En el caso argentino, el índice llegó a superar los 1.400 puntos a mediados de año, pero el reciente rally de los títulos públicos -con subas de hasta 3,5% en bonos como el GD46D- provocó una contracción de más de 450 puntos, impulsada por el optimismo tras los resultados electorales y las señales de estabilidad fiscal.
Qué factores explican la baja
El mercado valoró positivamente los anuncios de financiamiento externo, entre ellos un swap por u$s20.000 millones con bancos internacionales y la intervención del Tesoro de Estados Unidos, que inyectó más de u$s2.100 millones antes de los comicios.
A esto se suman las expectativas de un programa de recompra de deuda y el mayor control sobre el frente fiscal, que contribuyeron a una compresión de spreads y a una mejora en la percepción de riesgo.
Según un informe reciente de JP Morgan, "la fuerte caída en las primas de riesgo país ha acercado el acceso a los mercados internacionales, y un programa de recompra de deuda podría acelerar aún más la compresión de spreads y apoyar los esfuerzos de estabilización".
Por su parte, desde Cohen advirtieron que la reducción de la prima "allana el camino para que más empresas y provincias se beneficien de la apertura financiera y acerca al Tesoro a los mercados de capitales, aunque deberá presentar un plan para revertir la caída de las reservas y eliminar definitivamente los controles cambiarios que aún persisten".
Cuánto falta para volver al mercado
De acuerdo con analistas del sector financiero, la Argentina debería sostener un riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos durante un período prolongado para recuperar el acceso al crédito externo a tasas competitivas.
Ese escenario se vuelve crucial ante los vencimientos de deuda que enfrenta el Gobierno: unos u$s4.000 millones en enero y u$s4.400 millones en julio de 2026. Si la mejora en los bonos se mantiene y el índice perfora la zona de 300/400 puntos, el país podría volver a emitir deuda sin pagar tasas prohibitivas.
Qué mira el mercado hacia adelante
La reacción positiva de los inversores también está ligada al resultado de las negociaciones legislativas y a la agenda internacional del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, quienes viajaron a Estados Unidos para mantener encuentros con fondos y organismos multilaterales.
El desafío, señalan los analistas, será consolidar la estabilidad política y profundizar las reformas que permitan sostener la baja del riesgo país y fortalecer las reservas del Banco Central.
En este contexto, los operadores financieros observan que la tendencia a la baja podría continuar si el Gobierno mantiene la disciplina fiscal y avanza en la normalización cambiaria. De concretarse, la Argentina estaría cada vez más cerca de regresar a los mercados internacionales de deuda tras casi una década de exclusión.