Una antigua billetera de Bitcoin (BTC), inactiva desde 2011, volvió a dar señales de vida después de más de 14 años. Según los registros de la red, se trata de una dirección que minó 4.000 BTC entre abril y junio de 2009, apenas unos meses después del lanzamiento de la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto.
El pasado 23 de octubre, esa wallet realizó una transferencia de 150 BTC, equivalentes a u$s16,6 millones al precio actual de mercado. En aquel momento -cuando acumuló las monedas, hace más de una década- el valor total apenas rondaba los u$s67.000.
El movimiento generó una fuerte atención en la comunidad cripto, ya que este tipo de billeteras, conocidas como "ballenas de la era Satoshi", suelen permanecer inactivas durante años.
Además, muchas de ellas se asocian a los primeros mineros que ayudaron a sostener la red en sus comienzos, por lo que cada actividad nueva despierta especulaciones sobre su origen y motivaciones.
Tras la operación principal, la dirección ejecutó dos transacciones adicionales por montos ínfimos (0,00003300 y 0,00006497 BTC). Este patrón sugiere que el propietario podría estar probando la operatividad de la wallet o preparando nuevos movimientos.
Más allá del valor económico, el hecho tiene un fuerte componente simbólico. Cada vez que se reactiva una billetera vinculada a los primeros días del ecosistema, los inversores y analistas recuerdan la etapa fundacional de Bitcoin, marcada por la anonimidad de sus creadores y la experimentación inicial con la red.
La aparición de esta ballena coincide con un contexto de alta volatilidad en los mercados cripto. Días atrás, otra gran operación acaparó la atención: un trader anónimo obtuvo más de u$s150 millones de ganancia al apostar a la baja de BTC el pasado 10 de octubre. Posteriormente, volvió a abrir una posición corta de u$s16 millones en la plataforma descentralizada Hyperliquid.
Estos movimientos de grandes capitales -ya sea por inversionistas actuales o por tenedores históricos- suelen anticipar cambios en la dinámica del mercado, ya que influyen en la liquidez, el sentimiento de los traders y la confianza general hacia Bitcoin.
Por ahora, no hay confirmación sobre quién está detrás de la billetera reactivada ni cuál será su destino final. Pero su reaparición reaviva el interés por los primeros capítulos de la historia de Bitcoin y por las grandes fortunas que aún descansan, inmóviles, en direcciones de la era Satoshi.