Un usuario de criptomonedas perdió más de 3 millones de dólares en XRP, el token de Ripple.
Esto ocurrió por un error tan común como costoso: importó la frase semilla de su billetera fría a una billetera caliente, sin advertir que eso dejaba sus fondos expuestos en línea.
El caso fue revelado por el analista blockchain ZachXBT, quien rastreó los movimientos y confirmó que el robo se concretó el pasado 12 de octubre.
Según su investigación, los tokens fueron transferidos a través de la red Tron y lavados en menos de tres días mediante operaciones OTC (Over-The-Counter) vinculadas a Huione, una plataforma señalada por Estados Unidos como parte de una red de lavado de dinero en Asia.
La empresa Ellipal, fabricante de la billetera que el usuario creía estar usando, explicó que la pérdida ocurrió "porque el usuario importó erróneamente la frase semilla de su cartera fría a una caliente".
En un comunicado, la firma advirtió a sus clientes que nunca deben ingresar frases semilla en aplicaciones conectadas a internet y que los dispositivos deben mantenerse totalmente offline.
ZachXBT remarcó que el caso refleja un problema frecuente en el ecosistema cripto: la confusión entre wallets custodiadas y no custodiadas, que puede provocar pérdidas irreversibles. El analista pidió reforzar la educación sobre seguridad digital y prácticas básicas de resguardo de activos.
El afectado, identificado como Brandon LaRoque, reconoció públicamente su error y pidió usar su experiencia para prevenir nuevos incidentes.
"Pensé que estaba operando desde mi billetera fría, pero era una versión conectada. Perdí todo", declaró en un video publicado en su cuenta de YouTube.
La compañía Ellipal volvió a enfatizar que la recuperación de fondos robados es prácticamente imposible una vez que las criptomonedas se mueven fuera del control del usuario.
Por eso, recomienda desconfiar de cualquier aplicación que solicite restaurar una wallet mediante la frase semilla o código de respaldo.
El caso sirve como un recordatorio contundente: en el mundo cripto, la seguridad depende exclusivamente del usuario. Y un solo descuido puede costar millones.