El precio de Bitcoin (BTC) volvió a ceder terreno y perforó el nivel de los u$s110.000, en un contexto marcado por la aversión al riesgo en los mercados globales. La debilidad en Wall Street, impulsada por problemas en bancos regionales de EE.UU. contagió al mercado cripto, lo que muestra una vez más su correlación con los índices bursátiles.
La noticia sobre irregularidades en Zions Bancorp y Western Alliance Bancorp generó un efecto dominó. Las ventas masivas en el S&P 500 y el Nasdaq borraron las ganancias iniciales impulsadas por el furor de la inteligencia artificial.
Bitcoin: qué pasará con el precio
La caída de Bitcoin se produce en un contexto macroeconómico que aún no ofrece señales claras. La próxima reunión de la Fed mantiene en vilo a los mercados: una baja en las tasas puede cambiar rápidamente el tono, reactivando el apetito por activos de riesgo.
"El crash es todavía muy reciente y fue notablemente superior a las grandes liquidaciones de la pandemia y del episodio de FTX" casi 15 veces mayor, advierte a iProUP Sebastián Serrano, cofundador y CEO de Ripio.
"Resulta indispensable mirar el flujo en ETF de BTC y ETH, la evolución de precios y la estructura gráfica, liquidez, volatilidad, tasas de financiación e interés abierto en derivados", señala Serrano. En el gráfico diario, la tendencia sigue siendo de consolidación lateral, con:
- Soportes firmes en torno a u$s108.000. Si se perfora, puede habilitar un descenso hacia u$s102.000, zona en la que se concentraron las compras institucionales de agosto
- Las resistencias inmediatas se ubican en u$s112.500-u$s117.000. Una ruptura por encima puede impulsar un tramo alcista hacia los u$s124.000 ( 15%), donde se ubica el anterior máximo relevante
El consenso de analistas coincide en que la presión bajista actual es, en buena parte, un efecto colateral del desapalancamiento global y el endurecimiento monetario. Si la Fed recorta tasas, el mercado puede experimentar un rally de alivio en el último trimestre.
El analista financiero Iván Bolé remarca que "las dos últimas velas semanales nos hablan de un movimiento seriamente bajista". Y tranquiliza: "Por ahora, no pasa de ser una corrección, pero nos recuerda que los topes de ciclo, pueden llegar sin anunciarse".
Julián Colombo, CEO de Bitso Argentina, remarca que "el mercado está haciendo una sana corrección después de, quizás, un exceso en los usos de apalancamiento".
Pero persiste en ponderar el largo plazo: "Los flujos de inversión institucional siguen llegando, por lo que entendemos que, una vez que la corrección toque el piso, algo que no debería estar lejos, seguirá el camino al alza en el mediano y largo plazo".
En la misma línea, Carolina Gama, Country Manager de Bitget en Argentina, asegura a que "el sentimiento es de cautela, pero con un sesgo constructivo, especialmente ante el flujo constante hacia los ETF de Bitcoin, Ethereum y otros activos, lo que sostiene niveles importantes de soporte y refuerza la confianza institucional".
Señales on-chain mixtas
Desde julio, los holders de largo plazo (LTH) vienen mostrando una conducta de distribución moderada. Vendieron 300.000 BTC, reflejando una toma de ganancias sostenida tras máximos. Esto, si bien limita el avance de precio, contribuye a estabilizar la estructura de mercado a mediano plazo.
Sin embargo, no todo apunta a la debilidad. En las últimas semanas, se detectaron nuevos indicios de acumulación institucional. Los flujos hacia ETF de Bitcoin permanecen positivos, mientras que la entrada de capital minorista volvió a crecer desde los niveles de agosto.
A diferencia de ciclos anteriores, BTC enfrenta un entorno más complejo. Las políticas monetarias globales, la desaceleración del crecimiento y las tensiones geopolíticas redefinen el flujo de capital entre activos tradicionales y digitales. En ese marco, el concepto de halving como disparador de precios perdió peso frente a variables como la liquidez institucional o política de tasas de la Fed.
Para el analista Emiliano Luque, "los ciclos de cuatro años ya no explican el precio del Bitcoin. Lo que realmente importa es la expansión o contracción de la liquidez mundial. Cuando el dinero fluye, Bitcoin sube; cuando se seca, corrige".
Esa perspectiva también explica por qué BTC mantiene una fuerte correlación con el rendimiento del S&P 500 y el índice del dólar (DXY). Los episodios de tensión bancaria o política provocan salidas de posiciones especulativas, pero el apetito regresa tan pronto como baja la percepción de riesgo.
"Jerome Powell señaló recientemente que el fin del QT (contracción cuantitativa) está próximo, lo que históricamente impulsó la liquidez y el optimismo en los mercados", comenta a iProUP Adrián Castro, Operador y Analista Senior de Mercados.
Recuerda que el promedio móvil simple de 50 semanas, hoy en torno a u$s101.000, es clave: "En los últimos tres ciclos, un cierre semanal debajo de esta media marcó el inicio de un mercado bajista. Mientras se mantenga por encima de este nivel y las condiciones macro se estabilicen, hay razones para una visión optimista a corto plazo".
Jesús Carreño, LATAM Operations Specialist de MEXC, indica a iProUP que "si las entradas a ETF se sostienen y el dólar cede, veremos alivio; si persisten salidas y crece la aversión al riesgo, es más probable una corrección más profunda". El analista advierte dos temas a tener en cuenta:
- "La reescalada comercial EE. UU., lo cual disparó ventas y liquidaciones en cripto y bolsas"
- "El tono moderado de la Fed y presiones deflacionarias en China"
"Con el sentimiento de mercado en 28 puntos, (zona de miedo) y flujos de ETF spot de Bitcoin mixtos en los últimos días, el sesgo es de rebotes tácticos frágiles, no de giro estructural", agrega.
Entre los inversores más convencidos del largo plazo, el tono sigue siendo optimista. "Llega este punto y las manos débiles aflojan. Que vendan, nosotros esperamos tranquilos. Si cae más, acumulamos más", revelan.