Una jueza civil de Neuquén dictó un fallo inédito en materia de comercio electrónico: condenó a Mercado Libre por "no asistir adecuadamente" a un usuario que fue estafado durante una compra online. El cliente había adquirido una notebook, pero en lugar del equipo recibió una resma de hojas A4.
El caso se remonta a septiembre de 2023, cuando un vecino neuquino realizó la compra a través de la plataforma, abonó el monto correspondiente y recibió un paquete que no coincidía con el producto adquirido.
Tras no obtener respuesta del vendedor, presentó un reclamo formal ante la empresa, que rechazó el pedido de reembolso, lo que llevó al afectado a acudir a la Justicia Civil, indicó el medio ADNSur.
Durante el proceso, Mercado Libre argumentó que no tiene responsabilidad directa sobre las operaciones dentro del sitio, al considerarse un simple intermediario entre compradores y vendedores.
Pero la jueza María Eliana Reynals, del fuero civil de Neuquén, desestimó ese planteo y sostuvo que la compañía "no pudo demostrar la falta de culpa ni la existencia de una causa ajena" que la eximiera de responsabilidad.
La magistrada basó su decisión en la Ley Nacional de Defensa del Consumidor (N° 24.240), subrayando que el comprador actuó de buena fe y bajo la expectativa legítima de seguridad generada por la plataforma.
"Mercado Libre crea una apariencia de confianza, donde el consumidor cree que la empresa garantiza el cumplimiento de las operaciones", explicó Reynals.
El usuario había solicitado cobertura a través del programa Compra Protegida, una garantía promocionada por la compañía para resolver fraudes o fallas en operaciones.
Sin embargo, Mercado Libre rechazó el pedido sin justificación suficiente, algo que la jueza calificó como "un acto unilateral e injustificado".
"La exclusión del reclamo del actor del programa Compra Protegida, sin fundamentación suficiente y en abierta contradicción con la publicidad desplegada en su sitio web, constituye un incumplimiento contractual y una infracción a la normativa vigente", afirmó Reynals.
En su fallo, la magistrada ordenó restituir el monto abonado por la notebook no entregada, pagar los intereses correspondientes e indemnizar al comprador con el doble del valor del producto por los daños morales y la pérdida de confianza sufridos.
También señaló que, al administrar un ecosistema digital de alcance masivo, la empresa asume deberes de control, seguridad y trato digno hacia los usuarios, por lo que no puede considerarse un mero intermediario.