Un millonario hackeo sacudió la tranquilidad de una fábrica de films autoadhesivos el pasado 11 de septiembre, cuando las computadoras del área administrativa comenzaron a emitir alertas bancarias que denunciaban un robo digital masivo, en la localidad de Ingeniero Allan, en Florencio Varela.
En cuestión de minutos, la empresa perdió $425 millones tras un ciberataque sofisticado que aún no tiene explicación clara.
Los ciberdelincuentes actuaron con gran precisión y estrategia:
- primero tomaron un crédito por $296 millones a nombre de la empresa
- luego transfirieron $44 millones que ya había en la cuenta corriente
- y completaron el golpe con un descubierto bancario de $85 millones
Todo el dinero fue desviado hacia una cuenta de una empresa electrónica y posteriormente convertido en criptomonedas que cruzaron fronteras sin dejar rastros.
El dueño aseveró que solo él y su esposa tenían acceso al homebanking, al descartar una posible filtración interna.
Este ataque no fue el primero: la misma empresa sufrió un evento similar en junio por $73 millones, que fue anulado tras una semana de reclamos al BBVA de Berazategui.
Millonario hackeo en Varela deja a empresa al borde del colapso
Tras el golpe, la empresa enfrenta serios problemas financieros con cheques rebotados, cuentas paralizadas y proveedores en alarma.
Ante la delicada situación, el dueño tomó la decisión de trasladar todas las operaciones bancarias a otra institución en apenas tres días.
Para sostener salarios y cubrir descubiertos, la compañía debió solicitar créditos de auxilio en otros bancos.
La causa está en manos de la UFIJ N° 19 de Quilmes y se mantiene bajo secreto de sumario, aunque la Fiscalía intensificó las investigaciones.
El abogado de la víctima, Marcelo Szelagowski, apuntó directamente al banco BBVA por su falta de respuesta efectiva frente al fraude.
El caso puso en evidencia "el enorme agujero en la seguridad informática de los bancos", según declaraciones del representante legal.
La ciberestafa zarpada que alarma a Florencio Varela
La comunidad empresarial y comercial de Florencio Varela está conmocionada por el asunto, que ya es conocido como "la ciberestafa zarpada".
El hecho demuestra que ni siquiera las grandes fábricas del distrito están a salvo de ataques informáticos que pueden vaciar cuentas en minutos.
El modus operandi incluye la sofisticación para obtener créditos, transferir fondos y convertirlos en activos difíciles de rastrear como las criptomonedas.
La modalidad demostró ser particularmente eficaz para los delincuentes, dejando pocos rastros y dificultando la recuperación del dinero.
Los casos de hackeo masivo en la región ponen en alerta a empresas de todos los tamaños, que deben fortalecer sus sistemas y protocolos de seguridad.
Las investigaciones continúan en curso, y las autoridades trabajan para identificar a los responsables y prevenir futuros ataques similares.