El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) anunció el decomiso de 127.271 bitcoins, en lo que calificó como la mayor acción de confiscación en la historia de la institución.
Estos BTC formaban parte de una investigación sobre una red internacional de estafas con criptomonedas operada desde Camboya, que combinaba lavado de dinero, fraude electrónico y trabajo forzado.
Según detalló la Oficina del Fiscal del Distrito Este de Nueva York, la denuncia de decomiso civil fue presentada contra Chen Zhi, un empresario de 37 años y fundador del Prince Holding Group, un conglomerado con sede en Camboya.
Hoy Zhi enfrenta cargos por conspiración para cometer fraude electrónico y lavado de dinero, delitos que podrían derivar en hasta 40 años de prisión.
De acuerdo con el comunicado oficial, desde 2015 Chen Zhi y ejecutivos del grupo dirigían una de las mayores organizaciones criminales transnacionales de Asia, con al menos diez complejos de estafas en Camboya.
Estos centros operaban como "compuestos de trabajo forzado", donde cientos de personas eran explotadas para ejecutar estafas conocidas como "pig butchering". Así, los delincuentes se ganaban la confianza de las víctimas por redes sociales o mensajería.
El gobierno de EE.UU, uno de los mayores tenedores de Bitcoin
Con esta incautación, las reservas de Bitcoin del gobierno de EE.UU. ya superan los u$s36.000 millones, con lo que acumula más de 324.625 BTC.
Los bitcoins confiscados se encontraban en billeteras no alojadas bajo control de Chen Zhi, y ahora están bajo custodia federal.
Antes del operativo, las billeteras oficiales del gobierno poseían 197.354 BTC, valuados en unos u$s23.000 millones.
Estos activos forman parte de la reserva estratégica nacional de Bitcoin, creada mediante una orden ejecutiva del presidente Donald Trump.
Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, aseveró en agosto pasado que EE.UU. no planea comprar más Bitcoin, pero continuará con la gestión de los fondos incautados en el marco de investigaciones federales.
Con el decomiso, EE.UU. refuerza su rol como uno de los mayores poseedores de BTC del mundo y muestra una señal contra el uso de activos digitales para el lavado de dinero y la explotación humana.