El crédito al sector privado sufrió en septiembre contracción de 1,8% en términos reales, y puso fin a una racha de 17 meses consecutivos de crecimiento.

La caída se produjo en un contexto de alta volatilidad financiera, marcada por la inestabilidad del dólar y las fluctuaciones en las tasas de interés.

Según informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el retroceso afectó de manera generalizada a casi todas las líneas de financiamiento, con excepción de los préstamos con garantía real, como los hipotecarios y prendarios, que lograron mantener su ritmo de expansión.

El impacto más fuerte se observó en los créditos comerciales. Los adelantos en cuenta corriente, una herramienta clave para el financiamiento empresarial, se redujeron 5,7% en relación al mes anterior, mientras que los préstamos instrumentados mediante documentos cayeron 3,9%.

Esta tendencia negativa se consolidó por segundo mes consecutivo, y refleja la cautela de los tomadores de crédito ante el encarecimiento del financiamiento y la incertidumbre sobre la evolución de las tasas.

Aunque en septiembre se registró una baja en el costo promedio de los adelantos -al pasar de 76% a 44%-, ese alivio no fue suficiente para reactivar la demanda.

Créditos con garantía real: los únicos que crecieron en septiembre

En el segmento de consumo, la contracción también fue evidente: la financiación con tarjeta de crédito retrocedió 3,9% en términos reales, mientras que los préstamos personales mostraron una leve baja de 0,1%.

A pesar de estos números negativos, ambas líneas mantienen un crecimiento interanual significativo:

El BCRA advirtió que este tipo de financiamiento es el más expuesto a la morosidad, con niveles preocupantes en el caso de las familias.

En un contexto de desaceleración del crédito al sector privado, los préstamos con garantía real se destacaron como el único segmento que mantuvo su dinamismo en septiembre. Otras líneas, en cambio, mostraron retrocesos, los hipotecarios y prendarios continuaron creciendo, impulsados por factores estructurales y de mercado.

Medido como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), el financiamiento total al sector privado alcanzó 8,9%, y duplicó el nivel registrado a comienzos de 2024.

Si se incluye el crédito en dólares, la relación con el PBI asciende a 11,8%, porcentaje que refleja una expansión significativa en términos estructurales, pese a la caída puntual de septiembre.

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