En una instancia del año en el que la atención se centra en Bitcoin que acaba de lograr otro pico histórico, los fondos cotizados (ETF) y el impulso de las altcoins, un sector silencioso sorprendió a todos: las monedas de privacidad.
Con poco ruido en redes sociales y mínima cobertura mediática, se convirtieron en el grupo con mejor desempeño del ecosistema cripto en lo que va del año. Según datos de Artemis, el índice de monedas de privacidad se disparó 71,6% en 2025, un crecimiento que dejó atrás a:
El contraste es todavía mayor frente a otros sectores que registraron pérdidas.
El rally se explica principalmente por la performance de dos referentes históricos: Zcash (ZEC) y Monero (XMR).
En el caso de ZEC, la suba fue explosiva: más de 150% en una semana, con un retorno mensual del 247% que lo llevó a su mejor precio en tres años. La clave fue la presentación de un fideicomiso de Zcash en Grayscale, lo que permitió a inversores acreditados acceder al activo sin necesidad de comprarlo directamente.
"Es un instrumento que no solo impulsó la demanda, sino que también se interpretó como una señal del creciente interés institucional en un sector que suele quedar relegado por su compleja relación con los reguladores", argumenta el analista financiero Walter Bazán en diálogo con iProUP.
Por su parte, Monero (XMR), líder en capitalización de mercado entre las monedas de privacidad (u$s6.100 millones), registró un alza del 14% en la última semana y superó los u$s340, un nivel que no alcanzaba desde mediados de año. Dash (DASH), Decred (DCR) y Verge (XVG) también acompañaron la tendencia, con ganancias semanales de entre 20% y 60%.
"La capitalización total del sector saltó a u$s10.300 millones, con una aceleración casi diez veces superior a la del mercado cripto en general", agrega a iProUP Bazán.
Aunque el interés minorista sigue siendo bajo (un parámetro es que las búsquedas del término privacy coin en Google permanecieron planas durante gran parte del año), los analistas coinciden en que estas monedas suelen cobrar protagonismo en las fases finales de cada ciclo de mercado.
"Se trata de un fenómeno recurrente: cuando los grandes activos alcanzan niveles de saturación, parte del capital rota hacia tokens con narrativas alternativas", señala Rubén Peralta a iProUP, otro analista financiero con foco en criptomonedas.
En este caso, la privacidad financiera volvió a aparecer como un tema central. Además, el endurecimiento de la regulación global sobre exchanges y stablecoins reforzó la idea de que los usuarios buscarán refugio en monedas que ofrecen transacciones anónimas y resistentes a la censura.
"Esta combinación de contexto regulatorio y especulación de ciclo explica por qué XMR y ZEC comenzaron a moverse en sincronía con BTC, pero con retornos más pronunciados", advierte Peralta.
Sin embargo, no se trata de una moda pasajera. Mientras Bitcoin aumentó 100% en lo que va del año, estas dos monedas avanzaron:
La creación de vehículos como el Grayscale Zcash Trust marca un antes y un después. Hasta ahora, las monedas de privacidad quedaban fuera del radar de grandes fondos por las dificultades regulatorias. Sin embargo, el interés de firmas reconocidas validó a ZEC frente al mercado y abrió la puerta a que otros gestores exploren productos similares.
Para Bazán, "ese movimiento puede generar un círculo virtuoso: mayor exposición institucional, más liquidez y, en consecuencia, más legitimidad para proyectos históricamente cuestionados por los reguladores".
Si bien el sector todavía representa una porción pequeña del mercado cripto, las perspectivas son optimistas. "La estabilización de BTC en torno a los u$s120.000 y el ingreso de nuevos capitales institucionales crean un terreno fértil para que el rally continúe", puntualiza Peralta.
"Creo que hay margen para, siempre bien informados y conscientes de los riesgos, invertir en las opciones protagonistas de este impulso de monedas de privacidad. En mi portafolio tengo tanto ZEC como XMR", reconoce.
Para los expertos consultados y en el corto plazo, ZEC enfrenta resistencias cerca de u$s130, mientras que XMR debe consolidarse por encima de los u$s320 para sostener su impulso.
De confirmarse una tendencia alcista más amplia en el mercado cripto, no se descarta que las monedas de privacidad vuelvan a multiplicar su valor, consolidándose como una de las narrativas más inesperadas del ciclo actual.