Según una nota titulada "El alza del dinero digital", publicada el lunes por el Fondo Monetario Internacional en su sección sobre fintech, las compañías digitales están incrementando la competencia de los principales bancos y compañías de tarjetas de crédito.

Los autores de la nota, Tobias Adrian y Tommaso Mancini Griffoli, escriben en la introducción que "Las formas de dinero digital están cada vez más en las carteras de los consumidores, así como en las mentes de los legisladores. El efectivo y los depósitos bancarios (dinero tradicional) están batallando con el denominado dinero digital, valor monetario almacenado electrónicamente, denominado y anclado a monedas como el euro o el dólar." El documento advierte que el dinero en efectivo y los depósitos bancarios "afrontarán una competencia ruda e incluso podrían ser superados" por estas nuevas formas de transferencias de valor.

Las formas de dinero digital crecen en popularidad pero el documento cuestiona la estabilidad de su valor. "Después de todo, es económicamente similar a un fondo de inversión privado que garantiza los reembolsos a su valor nominal. Si 10 euros entran, 10 euros deberían salir. El emisor debe estar en la posición para honrar esta promesa", afirma el escrito.

Si bien los bancos deberían ser capaces de enfrentar los nuevos desafíos ofreciendo mejores servicios o productos similares, muchos legisladores están conscientes de que se producirán perturbaciones en el sector bancario. Aun así, es probable que los bancos se queden atrás, ya que las compañías que ofrecen estos nuevos métodos de pago pueden avanzar para ellos mismos convertirse en bancos, y utilizar su ventaja en información para ofrecer créditos selectivos.

El documento destaca diversos tipos de nuevos mecanismos de pago, incluyendo "i-money": un "equivalente de dinero digital, excepto por una característica importante, este ofrece redenciones de valor variable en la moneda; por lo tanto, es un instrumento similar a la renta variable". 

Como ejemplo de i-money, se menciona la Libra de Facebook, y se explica que "pueden ser intercambiadas a monedas fiduciarias en cualquier momento por una parte del valor actual de la cartera subyacente, sin ninguna garantía de precio … La transferencia de Libra, esencialmente acciones en las reservas de Libra (aunque potencialmente sin una demanda legal) comprenderían un pago."

En el caso de las regulaciones, los bancos centrales tendrán un "papel importante" en la configuración del futuro del dinero digital. El documento considera que "una solución es ofrecer acceso a las reservas de los bancos centrales a una selección de nuevas monedas digitales, pero bajo condiciones estrictas. Haciendo esto se aumenta el riesgo, pero al mismo tiempo tiene varias ventajas. Sobre todo, los bancos centrales de algunos países podrían asociarse con proveedores de monedas digitales para proveer de manera eficiente monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), una versión digital del dinero en efectivo."

Sin embargo, el documento propone una solución pública-privada diferente, apodado CBDC sintético (sCBDC), bajo el cual un banco central podría ofrecer servicios de liquidación para proveedores de dinero digital, incluyendo acceso a las reservas de bancos centrales. Sin embargo, "todas las demás funciones serían responsabilidad de los proveedores privados de dinero digital regulados". 

Este sería un modelo menos costoso y menos riesgoso, y el documento permitiría al sector privado "innovar e interactuar con sus clientes", mientras que el banco central aporta "confianza y eficiencia" a la mezcla.

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