El Banco Safra, uno de los diez mayores bancos de Brasil, presentó Safra Dollar, su propia stablecoin respaldada en dólares estadounidenses.
Según informó la entidad, el activo digital está registrado en una blockchain privada del propio banco y busca ofrecer a clientes particulares y corporativos una vía directa para dolarizar sus inversiones dentro del sistema financiero local.
Esta moneda, describieron, mantiene paridad 1 a 1 con el dólar, con liquidez disponible en D 1 (un día hábil) y una inversión mínima de 1.000 reales (unos u$s188 al tipo de cambio actual).
El banco también destacó que el producto está exento del Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF), un tributo habitual en transacciones con moneda extranjera en Brasil.
Safra indicó que la stablecoin fue desarrollada en alianza con la empresa estadounidense de tokenización Hamsa.
De acuerdo con la información oficial, cada emisión está respaldada por dólares en activos líquidos de corto plazo, con el objetivo de sostener la paridad y garantizar la disponibilidad de fondos.
La entidad aclaró que el token no genera intereses, pero replica de manera directa la variación del tipo de cambio.
El acceso, detalló el banco, es digital: se gestiona a través de la app móvil o de la banca online de la entidad. No contempla comisión de administración, aunque sí tarifas de corretaje por las operaciones.
El lanzamiento del Safra Dollar refuerza el interés de la entidad bancaria en los activos digitales. En 2023, Safra había lanzado un fondo de inversión en criptomonedas y, en 2024, un fondo de Bitcoin vinculado al ETF de BlackRock.
La emisión de una stablecoin propia es, sin embargo, un paso distinto: lo coloca directamente en competencia con tokens consolidados como USDT y USDC, ampliamente utilizados en América Latina como refugio ante la volatilidad de las monedas locales.
La diferencia central es que, mientras las stablecoins más usadas operan en blockchains públicas, el token del Safra lo hace sobre una red privada controlada por la entidad.
Para usuarios tradicionales esto puede implicar mayor seguridad regulatoria, aunque para el público cripto puede significar menor transparencia y trazabilidad.