El dólar volvió a ser protagonista y la presión cambiaria obligó al Banco Central a desprenderse de u$s379 millones, la mayor intervención en cinco meses. La pulseada no se limitó al mercado oficial: los distintos tipos de cambio alternativos (blue, MEP, CCL y cripto) también escalaron, confirmando que la tensión atraviesa todo el frente financiero.
El mayorista cerró en $1.474,50, mientras que el Banco Nación ofreció la divisa a $1.495. En paralelo, el blue alcanzó los $1.510 y el dólar tarjeta rozó los $2.000.
El termómetro clave volvió a ser el dólar cripto, que superó los $1.550. Esto dio cuenta de lo que ocurre en cuevas digitales y plataformas P2P, donde la compraventa de USDT, DAI o USDC se convirtió en el reflejo inmediato de la turbulencia.
El dólar cripto como termómetro
En Argentina, las stablecoins actúan como un "dólar paralelo digital". No dependen del horario de bancos ni de feriados cambiarios: pueden comprarse y venderse en cualquier momento, poco o mucho, y su cotización se ajusta de forma instantánea a la oferta y demanda. Por eso, cuando la divisa informal sube, suele anticipar el movimiento.
Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, lo sintetiza a iProUP: "El jueves, desde la medianoche, el preció arrancó en torno a los $1.500 y fue aumentando a lo largo del día, alcanzando los $1.529". Así, anticipó al que iba a cerrar el resto del día. Por la noche cotizaba a $1.552, lo que puede adelantar la apertura del viernes.
"Hay usuarios que compran pensando que seguirà subiendo;otros que aprovechan a tomar ganancias, vendiendo. En promedio, compra y venta se balancearon hacia la tarde. Sin embargo, vemos posiciones muy agresivas de venta en valores más altos de algunos usuarios, lo que sugiere que están apostando a que seguirá escalando", concluye.
La estampida cambiaria también tiene correlato en los mercados tradicionales. El operador bursátil Adrián Castro advierte a iProUP: "Si esta dinámica continúa, la brecha entre el USDT y el dólar mayorista se ampliará día a día. El par USDT/ARS ya supera los $1.530, generando un gap que, aunque aún bajo, comienza a ensancharse".
Pero su análisis va más allá del arbitraje cambiario: "Existe una relación directa entre el uso de reservas para sostener el plan y la percepción de los tenedores de bonos en dólares argentinos. Estos inversores, al interpretar que las reservas destinadas a pagos de servicios (cupones y amortizaciones) pueden no estar disponibles, comenzaron a desarmar posiciones. Por ejemplo, el bono AL30D, referencia de la curva, perdió un 20% en las últimas seis ruedas".
En otras palabras, la estrategia del Central para contener al billete verde genera dudas entre inversores institucionales y multiplica la presión sobre los activos financieros.
Movimientos de usuarios en exchanges
Mientras, en el universo cripto local, la volatilidad se traduce en movimientos concretos y surge una nueva estrategia para protegerse. "Hubo muchas operaciones, más compras que ventas. Y también alta inversión en Solana".
El interés por activos alternativos se entiende en este contexto: mientras el dólar cripto funciona como refugio inmediato, varios usuarios buscan oportunidades en tokens con alta liquidez o fuerte narrativa, como Solana, que ganó terreno en los últimos meses.
"Veremos un aumento en el volumen de stablecoins, la puerta de entrada más usada para protegerse de la volatilidad, con un posible efecto rezagado sobre BTC y otras cripto", señala Santiago Cristobal, director ejecutivo de la comunidad Crecimiento.
La lectura es clara: primero llega la compra de USDT o DAI para dolarizarse rápido, luego muchos destinan parte de esos fondos a Bitcoin o Ethereum como resguardo de largo plazo.
Rodolfo Andragnes, fundador de LABITCONF y de ONG Bitcoin Argentina, agrega a iProUP una perspectiva más amplia : "Frente al dólar por las nubes, los argentinos reaccionan con reflejo cortoplacista (stablecoins), pero con una adopción creciente de Bitcoin como solución estructural".
Es decir, si bien los dólares cripto son la primera reacción al estrés cambiario, cada vez más ahorristas incorporan BTC como cobertura de fondo ante la incertidumbre.
Jesús Carreño, LATAM Operations Specialist en MEXC, lo confirma desde la operatoria diaria: "Crece con fuerza el interés por las stablecoins y las transacciones P2P, cada vez más utilizadas por argentinos que buscan resguardar su poder adquisitivo con monedas estables como USDT o USDC".
En definitiva, el nuevo salto cambiario volvió a poner en primer plano las tensiones de la economía y aceleró la reacción de usuarios. El dólar cripto, con precios que se ubican entre el blue y el CCL, se convirtió otra vez en el mejor indicador en tiempo real de la presión cambiaria.
La estrategia del BCRA de usar reservas para sostener el tipo de cambio genera dudas en los mercados y alimenta la expectativa de mayor volatilidad. Y las exchanges locales, en ese contexto, registran flujos mixtos: fuerte demanda de stablecoins, ventas parciales para tomar ganancias e interés renovado por proyectos como Solana o Bitcoin.
El cuarto trimestre, históricamente sensible para el mercado local, encuentra a los argentinos repitiendo una fórmula conocida: refugiarse primero en dólares cripto, mientras algunos dan el salto hacia cripto de mayor riesgo, apostando a un escenario donde la dolarización digital es la herramienta más eficiente para atravesar la tormenta cambiaria.