Dogecoin (DOGE), la criptomoneda que nació como un chiste en 2013 y terminó construyendo una de las comunidades más fieles del ecosistema, enfrenta ahora un punto de inflexión: el lanzamiento en Estados Unidos de su primer fondo cotizado en bolsa (ETF).
El Rex-Osprey DOGE ETF (DOJE) debutará bajo la Ley de Sociedades de Inversión de 1940, un marco distinto al utilizado por los ETF de Bitcoin al contado, y se negociará en mercados regulados con respaldo de REX Shares y Osprey Funds.
Se trata del primer vehículo de este tipo construido en torno a una memecoin, lo que ya divide aguas entre quienes lo consideran un avance histórico y quienes lo ven como una institucionalización de la especulación.
El precio en el centro de la escena
La sola expectativa del estreno impulsó al token: en la última semana, DOGE trepó 17% y se negocia en torno a u$s0,24 al momento de esta redacción, con un mercado que ya descuenta mayor volatilidad en las próximas jornadas.
Para los analistas, lo relevante no es solo la reacción inmediata, sino la posibilidad de que el ETF abra la puerta a flujos institucionales. "Un fondo cotizado ofrece un canal regulado para que los inversores accedan a Dogecoin, algo que hasta ahora estaba restringido a exchanges cripto", explica a iProUP el analista Enrique Nievas.
Para el experto, de cumplirse, esa dinámica "puede traducirse en más liquidez y profundidad de mercado", factores que suelen sostener precios en el tiempo. Como punto no tan positivo, el carácter ilimitado de la emisión de DOGE (5.000 millones de nuevas monedas al año) genera dudas sobre si la presión inflacionaria limitará cualquier rally sostenido.
Más allá de la tokenómica, la narrativa comunitaria sigue siendo el motor más fuerte. "Dogecoin empezó como un chiste y ahora Wall Street finalmente lo entiende. La aprobación del ETF valida que los inversores institucionales reconocen el valor de la comunidad, la cultura y la accesibilidad", señala a iProUP la analista cripto Liliana Culjak.
La especialista remarca: "La conjunción entre capital institucional y comunidad de base puede ofrecer un crecimiento sostenido difícil de igualar por otros activos digitales". Este argumento, que mezcla liquidez nueva con narrativa cultural, es el que hoy entusiasma a los holders de DOGE.
Qué dicen los analistas sobre su proyección
Los especialistas coinciden en que el debut del ETF será un catalizador de corto plazo, pero advierten que la clave estará en el volumen que capture.
- Escenario alcista: si el fondo atrae flujos significativos, DOGE podría consolidarse arriba de u$s0,28 y buscar resistencias en la zona de u$s0,30/u$s0,32, niveles no vistos desde inicios de año. Es decir, una suba cercana al 25%
- Escenario de corrección: si los ingresos son modestos, el token podría volver a apoyarse en soportes de u$s0,20, arriesgando a perforar la estructura positiva de los últimos meses
Enrique Nievas advierte a iProUP que "un ETF no cambia los fundamentos: simplemente permite que Wall Street infle a DOGE con seriedad". Su crítica apunta a que, más allá del envase institucional, la criptomoneda no ofrece utilidades definidas como Ethereum o Solana. Siempre, por supuesto, a juzgar por la mirada de uno de los entrevistados.
En la vereda opuesta, Liliana Culjak, asegura que "si DOGE fue la primera memecoin en alcanzar este estatus, es porque las comunidades son capaces de empujar a los activos hacia envoltorios regulados". Para ella, esa validación social es tan importante como la técnica.
En la industria coinciden en que la falta de un límite de emisión es un freno estructural. A diferencia de Bitcoin, cuya escasez actúa como narrativa de refugio, Dogecoin depende de una demanda creciente para sostener el precio.
Otro factor es el frente regulatorio: la SEC mantiene bajo revisión más de 90 solicitudes de fondos cripto, incluidas otras memecoins. El éxito o fracaso de la altcoin preferida de Elon Musk puede influir en cómo el regulador aborda futuros pedidos.
Por último, la volatilidad natural de los activos meme implica que cualquier corrección puede ser tan abrupta como la suba. "Los ciclos son cortos y dependen del humor de la comunidad, no de fundamentos clásicos", recuerda el analista Emiliano Luque.
Pasando en limpio: si el ETF logra atraer flujos relevantes, el precio podría encontrar un piso más alto y abrir la puerta a un rally. Si no, la narrativa institucional puede desinflarse rápido. Lo cierto es que, entre comunidad, narrativa cultural y ahora un envoltorio regulado, DOGE se reafirma como el meme más serio del mercado cripto.