Los retrasos en Ezeiza se generan por el incremento de la importaciones y la renovación del sistema informático después de dos décadas
11.09.2025 • 07:01hs • Logística
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Crisis en Ezeiza: importadores denuncia retrasos y demoras por nuevo sistema informático
El aeropuerto de Ezeiza está atravesando un momento complicado en la operatoria de cargas. La crisis responde a una combinación del lanzamiento de un nuevo sistema informático de importaciones y un aumento inesperado de la demanda provocó demoras en la liberación de mercaderías.
Esta situación está afectando tanto a empresas como a consumidores que esperan productos esenciales.
"Hay mercadería sensible que lleva semanas sin poder salir. Eso afecta a toda la cadena: desde importadores que pagan altos costos de almacenaje hasta clientes y pacientes que esperan productos que deberían estar disponibles en tiempo y forma", explicó Germán Raña, presidente de la Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional (AAACI).
Además, el ejecutivo agregó que la situación esta preocupando en el sector: "Tuvimos que reunirnos con autoridades de la Aduana y las distintas cámaras del sector, porque el sistema colapsó y las demoras se acumulan día tras día".
Los problemas con la operatoria de cargas comenzaron entre el 22 y 23 de agosto, cuando se implementó la nueva plataforma.
"Se suponía que podía haber algún inconveniente inicial, pero al coincidir con un fin de semana largo, el lunes, cuando empezaban a llegar los vuelos, ya había acumulación de carga. El sistema no funcionó como estaba previsto", explicó.
Cuál es la explicación de TCA
Desde Aeropuertos Argentina Cargas (TCA) explicaron que la situación responde principalmente a dos factores:
No obstante, TCA sostiene que tanto las exportaciones como importaciones por courier y a granel se desarrollan con normalidad, pero las demoras se concentran en las cargas consolidadas, que implican una coordinación más compleja.
"Estamos en diálogo permanente con el sector para gestionar prioridades y dar información. Se está trabajando para regularizar la situación en las próximas dos semanas", explicaron.
Por su parte, desde el sector de despachantes, sostienen que el problema principal fue la transición tecnológica, a la que calificaron como desastrosa. "Lo que se hizo fue tratar de agilizar el proceso de ingreso y entrega de mercadería. Eso estuvo bien en principio, pero lo que estuvo mal fue no hacer correr los dos procesos en paralelo".
Y agregaron: "Bajaron la llave del sistema viejo y entramos directamente al nuevo. Fue desastrosa la implementación".
En ese sentido, para el despachante, la situación está impactando en productos de alto valor económico y social: "Hay cargas que llevan 20 días sin poder salir. Un colega tiene 150 implantes cocleares para operaciones programadas que todavía no aparecen. Es un cuello de botella muy delicado".
Consecuencias logísticas y próximos pasos
Los retrasos en Ezeiza generan un efecto en cadena que impacta tanto en costos como en la logística del comercio exterior. Importadores de sectores estratégicos advierten que la competitividad podría verse afectada y que los consumidores corren el riesgo de enfrentar faltantes de productos.
Entre las principales consecuencias se destacan:
- Incremento de los costos de almacenaje por demoras prolongadas.
- Dificultad para planificar vuelos cargueros y cumplir con contratos de entrega.
- Riesgo para la competitividad del comercio exterior.
- Posibles faltantes en el mercado local, afectando a consumidores.
La Aduana extenidó plazos y facilitó gestiones para que el sector pueda adaptarse a la nueva operatoria, y las cámaras empresarias, por su parte, sostienen que es mantener un diálogo abierto y priorizar las cargas más sensibles, mientras se normaliza el sistema.