La idea de dejar de trabajar y vivir de los ingresos que generan las inversiones, conocida como "vivir de rentas" o alcanzar la libertad financiera, es un sueño cada vez más presente entre los argentinos. Sin embargo, los especialistas advierten que no se trata de un camino rápido, sino de uno que requiere capital inicial, disciplina y planificación.
El tamaño del capital: cuánto se necesita
Los asesores financieros señalan que la expectativa de vivir de rentas con montos bajos es poco realista: "La ilusión de mucha gente está puesta en que va a vivir de rentas con un capital chico, de menos de u$s100.000. Con esa cifra, la renta apenas llega a u$s5.000 anuales, unos u$s417 al mes, lo cual es insuficiente para cubrir un nivel de vida promedio", coinciden.
Según los cálculos de los especialistas, para generar u$s25.000 anuales se necesita al menos un capital de u$s500.000 invertido en instrumentos seguros, como bonos del Tesoro de Estados Unidos, que actualmente rinden entre el 4% y el 5% anual. Aun así, siempre aclaran que parte de ese rendimiento debería reinvertirse para cubrir el efecto de la inflación.
Paciencia y disciplina: la clave del ahorro
Más allá de la cifra final, el camino hacia la libertad financiera requiere constancia: El tema no es ser rápido, sino constante. Si una persona ahorra u$s100 por mes, en 20 años habrá acumulado cerca de u$s84.000. Con u$s200 mensuales, en 15 años se llega a casi u$s90.000. Y con u$s400, en 12 años ya se alcanza una base similar.
Para los especialistas, alcanzar esas metas depende de orden y planificación financiera, evitando gastos superfluos y priorizando el ahorro.
Cómo armar una cartera que genere rentas
Una vez logrado un capital base, la estrategia pasa por invertir en una cartera diversificada que combine activos locales e internacionales.
Una alternativa es abrir una cuenta en una sociedad de bolsa y acceder tanto a activos argentinos como a mercados globales.
Por ejemplo, el SPY, que replica al S&P 500, rindió en promedio 10% anual en los últimos 30 años. Para un argentino, además, sirvió para preservar y hasta aumentar el poder adquisitivo en dólares.
No obstante, el país atraviesa un escenario particular: el costo de vida en dólares sube, lo que obliga a incluir en la cartera bonos y acciones locales de alto potencial, pero siempre midiendo el riesgo de concentrar demasiada exposición en Argentina.
También se puede armar un portafolio dolarizado, con obligaciones negociables hard dollar que rinden entre 9% y 12% anual y CEDEARs de grandes compañías globales como Apple, Microsoft, Alphabet y Coca-Cola.
El secreto es pensar a largo plazo. Hay que tener un asset allocation inteligente, ajustado a los ciclos de mercado y al perfil de riesgo de cada inversor. No es cuestión de vivir de renta un año, sino de sostenerlo durante 10, 20 o 30 años.